País Vasco: puerto de llegada y salida de arte, cine, literatura y moda contemporánea
Buena parte de lo mejor del cine y de las artes contemporáneas del mundo pasa en el País Vasco (España), en ese Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que desde 1953 ocurre durante los últimos días de septiembre, y en el Museo Guggenheim de Bilbao, inaugurado hace 25 años, en 1997, y cuyo impacto arquitectónico, a cargo de Frank Gehry, creó el llamado “efecto Guggenheim” en todo el planeta, al dar otra dimensión a las construcciones museísticas y culturales. La peregrinación de turistas
todo el año por Bilbao es notable, al igual que por San Sebastián en estos días que el Festival celebra su edición setenta (del 16 al 24 de septiembre).
Árbol de Guernica. /Imagen de Wikipedia
Más allá de estos espacios y eventos culturales reconocidos, la principal recomendación del escritor vasco Bernardo Atxaga (Asteasu, 1951), para dar una vuelta cultural a su comunidad, tiene que ver con un punto en el que se funden naturaleza, historia, arte, crítica y memoria: “Viajar a Gernika, uno de los centros del mundo. Ya lo era en el pasado por su Árbol, cantado por poetas como Tirso de Molina, William Wordsworth o José María Iparraguirre, y lo es también, ahora, por ser el lugar donde el 27 de abril de 1937 la Legión Cóndor perpetró el primer bombardeo de saturación de la historia (durante la Guerra Civil española). Son muchos los monumentos que recuerdan el crimen nazi, y deben visitarse todos. Pero el presente también es importante en Gernika”.
El autor de obras como Obabakoak y Desde el otro lado (Alfaguara) respalda sus palabras al recordar los homenajes que han hecho al este árbol autores como Tirso de Molina en
(La prudencia de la mujer
El Árbol de Gernika ha conservado
la antigüedad que ilustra a sus señores,
sin que tiranos le hayan deshojado,
ni haga sombra a confesos ni a traidores).
William Wordsworth en Oak of Guernica, a principios del siglo XIX:
¡Roble de Guernica! Árbol de poder aún más sagrado
que el profético roble que conservó en Dodona,
na voz divina, que partía de lo profundo
de su aérea enramada, según una fe asaz crédula.
¿Cómo pudiste florecer en esta hora de destrucción?
¿Qué gozo y qué esperanza pueden traer a tí, ya la luz solar
ya las suaves brisas del atlántico mar?
¿O las tiernas lluvias de Abril, y los matutinos rocíos?
Si dentro de tu círculo sombrío, nunca ya se juntaran
aldeanos y señores en sus asientos señalados,
esos legisladores de mente elevada,
guardianes de la antigua libertad de Vizcaya,
sería misericordioso y bienvenido el golpe
que extendiera tus ramas por la tierra.
La mirada sobre este hecho catastrófico, reflejada en otras artes, la continua Bernardo Atxaga mencionando el libro La destrucción de Guernica, de Herbert R. Southworth (última edición, Editorial Comares 2013); la escultura de Eduardo Chillida, Nire aitaren etxea (La casa de mi padre), creada a partir del poema del mismo título escrito por Gabriel Aresti; y la escultura de Henry Moore (Large figure in Shelter), el busto dedicado al periodista George L. Steer, el primero en dar noticia del bombardeo.
El escritor cita como documento el telegrama enviado por el corresponsal G.L. Steer al periódico The Times, el 27 de abril de 1937: “The tragedy of Guernica Town destroyed in air attack Eye-witness´s account…: ‘Guernica, la más antigua ciudad de los vascos y centro de su tradición cultural, ha sido completamente destruida ayer por la tarde por los aviones de los sublevados (…)”. Sin contar el cuadro de Pablo Picasso, Guernica, una de las grandes obras del arte, expuesto en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía, de Madrid.
El presente también es importante en Guernica, afirma Bernardo Atxaga. Lo demuestran, asegura, “el centro social autogestionado que se ubica en la antigua fábrica de armas Astra o el frontón donde se celebran los partidos del Jai Alai Tour World. En cuanto a los alrededores, ¿qué puede decirse de la ría o de Urdaibai? Las fotografías no mienten. Son parajes bellísimos”.
De Chillida Leku a La polla Records
Chillida Leku. /Imagen Museo Chillida Leku
La vuelta cultural por el País Vasco la amplían el filósofo y ensayista Daniel Innerarity (Bilbao, 1959) y el narrador Kirmen Uribe (Ondárroa, 1970) con la visita a Chillida Leku, con obras del escultor vasco Eduardo Chillida (1924-2002), en medio de la naturaleza. Innerarity dice que estar allí “es sumergirse en un espacio creado por nuestro mejor escultor, en una exposición mezclada con el entorno natural de una vieja ferrería y realizar, al mismo tiempo, un viaje hacia la cultura ancestral del hierro y la madera, y a la peculiar vanguardia vasca de la segunda mitad del siglo XX”.
El otro museo preferido para el autor de La sociedad del desconocimiento (Galaxia Gutenberg) es el Museo de San Telmo, de San Sebastián, “con su colección de estelas funerarias, su interpretación de los viejos oficios y diversos documentos de los años convulsos de la transición en Euskadi”.
Kirmen Uribe destaca la obra de Jorge Oteiza, otro gran escultor vasco, presente en varios museos y espacios de la comunidad, pero, sobre todo, que se disfruta en el legado que dejó en su casa y estudio convertidos en Fundación Museo Jorge Oteiza, muy cerca del País Vasco, en Alzuza, Navarra.
En Bilbao, junto al Guggenheim, no puede faltar la visita al Museo de Bellas Artes, con piezas de grandes artistas clásicos nacionales como Goya e internacionales como Gauguin, junto a más contemporáneos como Juan Muñoz.
El País Vasco también tiene museos más allá de las artes tradicionales. Uno de ellos es el dedicado a uno de los grandes diseñadores de moda del siglo XX: Cristóbal Balenciaga (1895-1972). La Fundación que lleva el nombre del modisto inauguró en 2011 el Museo Balenciaga, donde se aprecia la manera como convirtió la costura y la moda en un arte. Está en su pueblo natal de Guetaria (Guipuzcoa) en el Palacio Aldamar, del siglo XIX.
El entorno musical más adecuado para acompañar esta ruta cultural por el País Vasco, según Daniel Innerarity, es Mikel Laboa, quien fue, añade el filósofo, “alguien quehizo con la un ejercicio similar de rescate de lo tradicional y fusión con la vanguardia”. La banda sonora para Kirmen Uribe de su comunidad, en cambio, debe incluir el punk de La Polla Records, “no puede faltar para acercarse culturalmente al País Vasco”.
Un recorrido vasco a través de la literatura incluye al propio Kirmen Uribe con su novela Bilbao-Nueva York-Bilbao, sobre tres generaciones de una familia que ha vivido del mar, cuya historia sirve para conocer la idiosincrasia de su comunidad. Sobre una época más reciente y turbulenta, a partir de ETA, destacan libros como Patria, de Fernando Aramburu (Tusquets). En la biblioteca de autores vascos están nombres como Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Gabriel Celaya, Luis Martín-Santos, Blas de Otero, Ignacio Aldecoa, Ramiro Pinilla, Fernando Marías, Fernando Savater, Jon Juaristi, Ramón Saizarbitoria, Juan Manuel de Prada, Jesús Munárriz, Karmelo C. Iribarren, Miren Agur Meabe, Eva G. Sáenz de Urturi, Karmele Jaio, Espido Freire, Unai Elorriaga, Edurne Portela, Dolores Redondo… y más jóvenes como Aixa de la Cruz, Iván Repila, Katixa Agirre, Eider Rodríguez, Uxue Alberdi, Txani Rodríguez…
Es un comienzo de otoño especial para el País Vasco con tres conmemoraciones importantes: 70 del Festival de Cine de San Sebastián, 25 del Museo Guggenheim y 20 de la muerte de Eduardo Chillida. Tres historias y momentos que, como dice el lema de aniversario del Guggenheim, El arte inspira futuro.
Agenda cultural de otoño-invierno en País Vasco 2022
Museo Guggenheim, Bilbao. The Otolith Group. O Horizon. Del 23 de junio al 9 de octube.
Festival de Cine de San Sebastián, del 16 al 23 de septiembre.
SERIE La vuelta a España en mil culturas
Aragón: tras los ecos de Goya, Buñuel y Los amantes de Teruel a ritmo de jotas y rock.
Navarra: de los sanfermines de Hemingway a las historias de Pío Baroja y Dolores Redondo, pasando por las brujas de Zugarramurdi.
Asturias: de Menéndez Salmón y la Semana negra de Gijón a la música de Ilegales y Víctor Manuel.
Región de Murcia: de La Mar de Músicas y el flamenco en escenarios históricos, a las aventuras de Pérez-Reverte.
Extremadura: la vanguardia artística en armonía con el mundo clásico romano.
Cataluña: el diálogo de la Historia con el modernismo y el presente.
Galicia: donde realidad, imaginación y leyenda crean un nuevo mundo.
Andalucía: más allá del imaginario universal sin olvidar a Velázquez, Picasso, Lorca, Alhambra…
Castilla y León: un nido de la evolución del ser humano y España y promotora de intercambios culturales.
Comunidad Valenciana: puerta de diferentes futuros, desde los romanos hasta el presente de artes innovadoras.
Canarias: raíces de la multiculturalidad y la globalización de la historia y las arte.
Cantabria: un viaje a los albores del arte y su presente.
