Rodrigo Sorogoyen: “Solo puedes contar historias interesantes si estás conectado con la realidad”
Rodrigo Sorogoyen se apasionó por el cine gracias a su padre, que lo llevaba a ver películas, y a su madre, con quien las veía en televisión o se las alquilaba en el videoclub. Martin Scorsese es su dios cinematográfico y Paul Thomas Anderson el director en quien se mira. Y fue, cuando tenía unos 15 años, que vio León el profesional y le fascinó tanto, sobre todo por la ruptura del esquema del protagonista, que pensó en ser parte de ese mundo, pero no como actor, sino como director, para transmitir esa fascinación a los demás.
Lo empezó a hacer en 2013 con su debut, en solitario como director y coguionista, con Stockholm. Le siguieron Que Dios nos perdone (2016), El Reino (2018, ganadora de siete Premios Goya), Madre (2019) y As bestas, a punto de estrenarse, y siete series de televisión, entre ellas la exitosa Antidisturbios.
Con Rodrigo Sorogoyen (Madrid, 1971) inauguramos nuestro ciclo mensual Mi vida en películas, presentado por Andrea Gutiérrez, redactora jefa de la revista Cinemanía y colaboradora de Historia de nuestro cine (RTVE).
Licenciado en Historia, se trata de un director y guionista que contagia su entusiasmo. Tras una hora larga de conversación, y de preguntas del público, surge este diccionario para conocer mejor su universo cinematográfico:
Abuelo
La primera película que vi de mi abuelo Antonio del Amo fue El pescador de coplas. Con 80 años vino a vivir a casa con nosotros. Era un señor muy grande, como un toro, pero no se comunicaba mucho. Ya no era director de cine. Fue extraño. No tuve conciencia de todo hasta muy mayor. Fue del partido comunista y Rafael Gil le salvó de un fusilamiento, y él lo salvó a él de otro. Dirigió documentales pequeños durante la Guerra civil española y trabajó con Buñuel.
Cine
Hay días que me levanto con la idea de que todas mis películas deben ser relevantes. Ya que te pones, pues pones todo el esfuerzo que implica hacer una película importante; no hablo de éxito, sino de temas con los cuales aportas algo a la sociedad. Otros días me levanto pensando que eso es una pretenciosidad gigantesca y ves películas pequeñas que cuentan vidas, y ahí estoy.
Por un lado, quiero contar la Guerra civil, injusticias sociales actuales, la historia de España me fascina; y, por otro lado, quiero contar una historia de amor de una pareja que se quiere y no se quiere y no sabe cómo funcionar.
Cine de los 80
He visto algunas películas de los 80, pero me faltan muchas. No fui tan fanático. Me pilló más pequeño, yo soy del 81. Los Goonies nunca me fliparon, tampoco Regreso al futuro.
Cine de los 90
El cine de los 90 me marcó. Primero el americano, luego empecé a ver películas europeas y españolas, con unos 18 años. Es la época de Lars von Trier y otros directores que muestran una inmediatez. Es algo que no racionalizas, pero notas que son historias que te interesan y se cuentan de una manera distinta.
Cine español
El cine español está en un momento de calidad artística. Este año se han hecho películas muy buenas, distintas, interesantes y, cada vez, con más directoras, con voces interesantísimas. Otra cosa son las salas de cine, y no sé si la gente consume en casa cine español, series sí. De las recientes me gustan La consagración de la primavera, de Fernando Franco, y Alcarrás, pero me gustó más Verano 1993.
Director
Hay muchas películas por las que uno decide ser director de cine. Aunque me encontré con un amigo que me contó que desde los 12 años yo decía que quería ser director de cine.
Cuando tenía como 15 años vi León el profesional, y me fascinó, quería estar ahí. El protagonista muere, y con 15 años todavía no había visto un protagonista tan carismático y tan bondadoso morir. Fue un shock. Me enfadé ese día. No sabía que las reglas se podían romper. Fue un antes y un después. Y luego mi padre, que va de interesante, yo lo adoro, aunque me meto mucho con él, y me dijo: “¿Te has dado cuenta que es una historia de amor, no? Y yo le contesté: “¡Pero, qué dices! Cómo va ser una historia de amor”. Años después la volví a ver, y sí, él tenía razón.
Espejo
Paul Thomas Anderson es el director en que me miro. Hace un cine profundo y, a la vez, espectacular. En la forma me parece inmejorable. Cuida la forma muchísimo, y eso me gusta. Sus películas son profundísimas y complejísimas. Las puedes ver 18.000 veces y sigues aprendiendo. Cuenta lo que quiere dentro de un mecanismo de Hollywood que es dificilísimo contar lo que quieres. Si tengo que elegir una, me quedo con Pozos de ambición.
Padres
Tenía padres separados. Él me llevaba a ver muchas películas cuando tenía que estar conmigo, luego ha trabajado como actor en algunas de mis películas. Con mi madre vi más películas de televisión y video club. Me hacía el enfermo y ella me las traía. Es hija de Antonio del Amo, director de Sierra maldita y las películas de Joselito.
Planos secuencia
Me gusta hacer planos secuencia por varios motivos: uno, el equipo está entregadísimo cuando hay que rodar uno, sabe que es difícil y eso se nota en el ambiente. El cine es un trabajo en equipo y cuando más se puede ver ese trabajo en equipo es en un plano secuencia; casi todos los departamentos coinciden en tiempo, lugar, esfuerzo y concentración en hacer un plano. El otro motivo es que los actores se sienten más libres y, por lo tanto, pueden volar más. Las mejores interpretaciones que he visto como director han sido en plano secuencia.
Preparativos
Con Álex de Pablo, director de fotografía, cada vez trabajamos menos con referencias. Ya las tienes en tu cabeza. Entre Que Dios nos perdone y El reino vimos dos veces El dilema, de Michael Mann, y French Conection, de William Friedkin. Con Isabel Peña, la guionista, vemos más. En Que Dios nos perdone vimos Zodiac y Seven. Hace dos días vimos Verano 1993, de Carla Simón, parándola: un peliculón y guion increíble.
Realidad
La vida de director te puede llevar a retirarte un poco de la realidad. Eso me preocupa porque no quiero que me pase. Solo puedes contar historias interesantes si estás conectado con la realidad. Pero no creo que la realidad dependa de tener redes. Tiene que ver con estar con la gente. Y con el máximo tipo de gente.
Scorsese, Martin
Martin Scorsese para mí es dios. Crecí con él. Vi Taxi Driver, quizás demasiado pronto; Toro salvaje, muy pronto. Todo lo que haga me flipa.
Tarantino, Quentin
Soy fanático de las dos primeras películas de Tarantino: Pulp Fiction me parece una obra maestra del cine y Reservoir Dogs me impactó mucho. Pero cada vez me interesa menos. Hay algunas que ni he visto, como Los odiosos 8. Érase una vez en América está bien, está rodada de manera brutal, pero se gusta tanto a sí mismo que me termina cansando.
Trabajo
Siempre estoy trabajando, pensando; pero no lo tomo como un trabajo. Mi cabeza funciona así, y me siento mejor así. Si estoy con un proyecto, estoy enamorado de ese proyecto.
La peor parte de todo esto es la promoción. Es lo que más me aburre, y hay veces en que sales perdiendo porque dices cosas que no favorecen la película. Es muy difícil decantarse por lo mejor de esto. El guion es muy disfrutable y es el trabajo soñado, sientes que creas un mundo. Casi con la seguridad de que esa peli va a existir. El rodaje es una experiencia que disfruto mucho y me gusta crear un buen ambiente. Está en mi naturaleza disfrutar. Soy optimista.