Mapa literario del amor, el campo y la guerra en la primavera-verano de 2022
Los temas de la literatura son como la materia: no desaparece, se transforma. Se aprecia esta primavera-verano en las mesas de novedades literarias con la metamorfosis del amor en tiempo de soledades y pantallas digitales, la vuelta al campo como refugio y escape de la urbe y la búsqueda de las raíces que generan las guerras. Un acercamiento a esos temas inmortales que retratan a la humanidad en este presente son los siguientes libros:
La mortalidad del amor
El tema amoroso en la literatura en español ha regresado con fuerza desde el verano pasado. El amor con sus diferentes rostros y rutas despliega su poderío cuando se dice: “Enamorarse consiste en permitir que otro te meta en su cabeza, y que ahí, atrapado tú ya para siempre en sus sueños, a su antojo haga contigo lo que quiera; a partir de ese instante serás un archivo móvil dentro de su cuerpo”, reflexiona Agustín Fernández Mallo en El libro de todos los amores (Seix Barral).
El amor eterno muestra su mortalidad a través de la reconstrucción de lo que fue en la voz de un hombre: “Un corazón grande no ocupa más que un puño / y ahora los suyos están cerrados”, según los versos de Luna Miguel en Poesía masculina (La Bella Varsovia).
Otra pérdida del paraíso: “Ese quedémonos el recuerdo con el que me invitas a consolarme es lo que se me ha ido volviendo un problema, porque para quedármelo necesito conservarlo en alguna parte”: escribe Jacobo Bergareche en Los días perfectos (Libros del Asteroide).
El clásico de enamorarse de la pareja del amigo/a adquiere visos de tragedia secreta y motor de vida empieza aquí: “Deseó que nadie se hubiera dado cuenta, pero Jim ya la estaba mirando cuando los ojos de ella se clavaron en los de él”, desvela Carlos Zanón en Love Song (Salamandra).
La importancia del amor entre personas mayores de 50 y 60 años es reivindicada con los mismos temblores e ilusiones de los jóvenes: “Los pobres enamorados no tienen tiempo para pensar en odiar a nadie”, recuerda Manuel Vilas en Los besos (Planeta).
Los amores líquidos, que llamaba Zygmunt Bauman, adquieren su cruda y antirromántica realidad con el mercadeo desatado en plataformas digitales de ligues: “Que está gordo es una evidencia, pero yo lo encuentro atractivo, y, del mismo modo, conozco chicas que lo encuentran atractivo y alguna muy especialmente desde el punto de visa sexual”, revela Jimina Sabadú en su radiografía de La conquista de Tinder (Turner).
El espejo de lo rural
En 2016, el ensayo La España Vacía, de Sergio del Molino (Turner), dio visibilidad a una tendencia literaria en ascenso: lo rural, la vuelta al campo desde ensayos sociológicos, geográficos y antropológicos, hasta novelas y cuentos que sitúan allí sus historias como refugio, escape o reinvención de las personas. Son los seres, sobre todo urbanitas, ante su verdadera condición humana en un descubrimiento o reencuentro consigo mismos y en un encuentro con los pobladores de las zonas rurales. ¿Los temas?: De los prejuicios a el amor, el machismo, el feminismo, las tensiones familiares…
Entre las novedades figuran las novelas Punta Albatros (Seix Barral), de Margarita Leoz, y Mamut (Literatura Random House), de Eva Baltazar, y el volumen de cuentos Malaventura (Impedimenta), de Fernando Navarro.
El viaje a zonas rurales y pueblos lo hicieron meses antes en novelas Ana Iris Simón en Feria (Círculo de Tiza), Sara Mesa en Un amor (Anagrama), Olga Merino en La forastera (Alfaguara) y Santiago Lorenzo en Los asquerosos (Blackie Books). En ensayo lo abordan María Sánchez en Tierra de mujeres (Seix Barral) y Gabi Martínez en Un cambio de verdad. Vuelta al origen en tierra de pastores (Seix Barral).
Vientos de guerra
Desde Iliada, de Homero, la guerra con su carga de muerte y escombros, ha estado presente en la literatura. Motivos de toda índole la desatan. La guerra de Vladimir Putin contra Ucrania ha revitalizado los libros sobre su figura, las guerras y cómo se ha podido llegar a este momento de incertidumbre para el mundo.
Masha Gesse, periodista rusa nacionalizada estadounidense, escribió dos obras de referencia sobre Putin y la historia de su país: El futuro es historia. Rusia y el regreso del totalitarismo (Turner), National Book Award en 2017, y El hombre sin rostro (Debate). En el primero de ellos, Gesse da una de las claves al recordar la propuesta del presidente ruso ante la ONU, en 2015:
“La oferta era, en otras palabras, unir fuerzas en la lucha contra el ISIS a cambio de la hegemonía sin obstáculos de Rusia en Ucrania y en otras partes de la región… exactamente lo mismo que cuando la participación en la coalición anti-Hitler le permitió a la Unión Soviética quedarse con los despojos de su anterior alianza con Hitler. Cuando Estados Unidos rechazó la propuesta, Rusia comenzó a bombardear Siria. Ahora Putin convocaba a los invitados extranjeros a un debate sobre el tema “Sociedad: entre la guerra y la paz”.
Entre los libros que abordan la guerra Rusia-Ucrania destacan: El imperio que regresa. La guerra de Ucrania 2014-2017: Origen, desarrollo, entorno internacional y consecuencias, de Francisco Pascual de la Parte (Universidad de Oviedo) y Una historia de Rus. Una guerra en el este de Ucrania, de Argemino Barro (La Huerta Grande).
Amor, campo y guerra, tres temas a los que, incluso, Cristina Peri Rossi se refirió en su discurso de aceptación del Premio Cervantes el 22 de abril; primero al rescatar la figura de Marcela, personaje de Don Quijote, de Miguel de Cervantes, que prefiere huir al campo tras rechazar las intenciones de un hombre; y, después, cuando invocó a Paul Valéry: “La guerra es una masacre de personas que no se conocen en beneficio de personas que se conocen, pero no se masacran".