Luna Miguel y Ángelo Néstore: el placer de explorar en la poesía y de ayudar a publicar
Luna Miguel y Ángelo Néstore no son solo dos poetas que pulsan el sentir contemporáneo con visiones renovadas, sino que, además, son editores que ayudan a que otros autores compartan su talento y llegue más y más poesía a la gente. Son poetas que exploran diversas formas de sensibilidades y expresiones poéticas, más allá de la palabra tradicional y los temas de siempre, al concederles una mirada atravesada por la pluralidad y el mestizaje natural de la vida, sin etiquetas ni prejuicios.
Los dos poetas, que quiebran el concepto más clásico, conversaron de sus percepciones con Gonzalo Escarpa, poeta, gestor cultural y director de la Piscifactoría, y coordinador del ciclo #LdeLírica de Ámbito Cultural, de El Corte Inglés, dentro de la programación del pasado Festival Eñe en Málaga (España).
Luna Miguel (Alcalá de Henares, 1990) es poeta, narradora y ensayista con poemarios como Un amor español y Poesía masculina, la novela El funeral de Lolita y el ensayo Leer mata. Ángelo Néstore (Lecce, Italia, 1986) es poeta y dramaturgo con poemarios como Deseo de ser árbol y Actos impuros, y las piezas teatrales Lo inhabitable y Esto no es un monólogo, es una mujer. Es editor de Letraversal.
Poesía y política
Ángelo Néstore. Escribir desde la conciencia de lo que estamos haciendo está siendo interpretable y forma parte de una manera de ver el mundo. Es fundamental pensar en el lenguaje, en la posibilidad de nombrar o no ser nombrado, que puede ser neutro. El lenguaje excluye, incluye, abre ventanas, corta puentes. En el momento en el que abrimos el lenguaje a lo poético dejamos que esos moldes del lenguaje que usamos todos los días sacados de su contexto puedan abrir a otras formas de abrir el mundo. En cuanto a lo político, toma las experiencias no binarias, temas que se pueden o no reflejar o incluir. En este debate, justamente, el lenguaje inclusivo ha estado en el centro y ha abierto brechas y polarizado el discurso político. Como decía Berta García Faet, el lenguaje convierte la poesía en un sentir.
Luna Miguel. He escuchado poesía y política, y mi cabeza se ha ido a alguien que lo ha trabajado mucho, Paul B. Preciado, que acaba de estrenar el documental Orlando. Mi biografía política. Él dice que el acto más radical, político y hermoso que hay en este mundo es el de la poesía. Yo me planteaba: ¿la poesía sola? O, ¿quién hace la poesía?¿Cómo se llega hasta la poesía? Porque la poesía no flota sola, está con esos vínculos, existe a través de esos vínculos.
Poesía y enseñanza
Ángelo Néstore. Pensar la poesía desde posturas queer, que ven el Yo casi desde una relación más que desde una identidad fija, te ayuda a pensar la poesía como en una palabra expandida que rompe los sitios de donde se supone que debe estar. Uno de los fallos que, a veces, cometemos, es pensar la poesía como algo que enseña: el libro de la ESO, la poesía como un castigo, el texto que tienes que memorizar y luego tienes que repetir. Creo que, desde nuestro primer estadio, la infancia, nos acercamos a la poesía de una forma equivocada. La poesía, para mí, es el juego que te permite romper las expectativas que tienes sobre tu cuerpo pensante, trabajador, y te expone a lo otro. En ese sentido, la poesía nos puede ayudar a tener una visión más empática con lo otro y a experimentar. Creo que no somos nadie para decir qué es o no es poesía.
Poesía y mercado
Luna Miguel. Que la poesía vuelva a ser oral y múltiple es, también, una reacción al mercado editorial y una reacción a la clasificación: este es poeta y solo poeta. El otro día, salía en un artículo como poeta de Instagram, donde nunca he publicado poesía, solo tengo una cuenta como la tiene media humanidad. Pero no te etiquetan para reivindicar, sino para hundirte en la miseria. Ahora mismo, el mercado editorial es: si eres filósofa, haces solo filosofía, si eres poeta, solo poesía, si eres narrador, solo narrador y no puedes hacer nada más. Y creo que, en los medios de comunicación, muchas veces, elegimos mal los titulares. Reducimos a los autores a algo como un titular, un tweet, un pase al siguiente, por esta cosa de producir y producir. Y nos reducen, cuando yo soy más que una cosa. Yo soy más que poeta. Yo también quiero que incluya todo lo demás. No quieres que te llamen una sola cosa, porque es imposible ser una sola cosa hoy.
Poesía y cuerpo y deseo
Ángelo Néstore. La idea del cuerpo y el deseo atraviesa toda mi obra. Sobre las fantasías y las utopías queer. La poesía tiene la posibilidad de dinamitar los límites del deseo, justamente a través del juego. Pensar en el cuerpo y en el deseo como algo que va cambiando. Lo no binario tiene que ver justo con eso. Esa idea de un deseo que siempre es cambiante, y que nos permite imaginar mundos que, quizás, desde una óptica binaria, no podemos ver.
Poesía y editores
Luna Miguel. Me gusta ayudar a colegas a que saquen lo que tienen dentro. Hablan de amiguismos, pero es inevitable no enamorarte de la persona a quien editas. Y también hay gente cabrona, pero también nos enamoramos de gente cabrona, en general. Me gusta editar porque es una manera de tener una familia. También aprendo de quien me edita. Yo, sin Elena Medel, de La Bella Varsovia, no existo. La conozco desde los 11 años, cuando sacó Mi primer bikini. Es poder tener un trato hermoso con quien está cuidando tus palabras. Y quien está cuidando tus palabras, está cuidando tu cerebro, y quien está cuidando tu cerebro, está velando por tu salud mental. Hoy, nuestros editores son nuestros psicólogos un poco. Y yo soy muy feliz de tener a Elena a mi lado. Ángelo Néstore. Editar es como una forma de escritura. De escribir a través del pensamiento y las palabras de otra persona. Desde que edito estoy escribiendo menos.