La poesía joven de España y América Latina estrecha sus lazos en Cádiz en el Festival Nanai
Negación, cariño, dolor… Bajo el significado múltiple y la musicalidad traviesa de la palabra Nanai, la poesía y la música de poetas jóvenes de España y América Latina acompañó a Cádiz del 23 al 25 de marzo de 2023. La ciudad europea más americana, como les gusta decir a los gaditanos, realizó el Primer Festival Nanai. A leer y a bailar: Festival internacional de poesía joven en español. Fue el preámbulo al IX Congreso Internacional de la Lengua Española, del 27 al 30 de marzo.
Una veintena de poetas recibió la primavera, durante sus primeros días, con sus poemas en los sitios más emblemáticos de Cádiz. Y allí estuvo #LdeLírica de Ámbito Cultural, en la librería de El Corte Inglés de Bahía de Cádiz. Lo hizo con las jóvenes poetas Marta Vicente Antolín (ganadora de la tercera edición del Premio Nacional de Poesía Viva #LdeLírica) y Aitana Monzón (semifinalista de la primera y cuarta edición en la zona de Cataluña, Aragón y Baleares), junto al escritor y compositor gaditano Fernando Lobo, presentados por Gonzalo Escarpa, coordinador de #LdeLírica y director de La Piscifactoría Laboratorio de Creación.
¿Y por qué se llama Nanai? Porque, dice el Festival, esta palabra representa la metamorfosis de nuestro idioma al tener un significado en Andalucía, que es negación profunda; en Chile (país invitado) es hacer cariño luego de lastimarse; en Colombia, significa nada. Nanai, también, es una palabra quechua y significa "dolor”. Y porque, añade el Festival, que “es una palabra poética en sí misma, que engloba los lazos y la herencia cultural compartida entre Andalucía y Latinoamérica”.
Se trata de “una iniciativa audaz y tierna, que una ciudad tan mía como Cádiz habite en la poesía y sea poesía durante tres días”, es lo primero que dice Marta Vicente Antolín.
“¿Quién podría resistirse a un festival de poesía a orillas del mar de Cádiz?”, se pregunta Aitana Monzón: “Yo no. Por eso acudí al Festival Nanai y coincidí con gente buena, admirada y reímos, comimos, bebimos y asistimos al hallazgo que es la poesía”.
Lo más destacado de esta primera edición, según Marta Vicente Antolín, es que se dio a conocer la poesía joven de ambos lados del Atlántico: “Empezó a redescubrir lo que nunca debió perderse, la excepcional poesía americana que tanto tiene que enseñarnos”.
Entre la voz poética de Aitana Monzón y los cantos de Fernando Lobo, con su guitarra en medio de los libros, el recuerdo más entrañable para Marta Vicente Antolín “es la imagen de un hombre con un niño, previsiblemente su hijo, que estaban de paso y se quedaron, se quedaron sonriéndonos, se quedaron por nosotros, por lo que estaba ocurriendo allí: supongo que nunca sabré quiénes eran, pero si alguna vez llegan a leer esto, gracias por la fe que pusisteis en gente extraña sobre un escenario en una planta de un Corte Inglés en Cádiz, el mundo casi gira hacia un plan de paz (como diría Olga Novo)”.
Allí la escucharon recitar He bailado:
He bailado
todas las peores canciones en todas las peores discotecas moviéndome sin soltarme pero deseando tanto haber sido guapa y estar muy borracha ahora y todos los días de mi adolescencia para un hombre por encima de mis posibilidades quisiera besarme y luego contarlo o nunca acordarme porque qué es un pez en este inmenso mar de peces y
en esta habitación y en estas esquinas y en este dolor de cabeza de esquinas cuando llevas semanas solo leyendo y pensando que eres tonta
que tienes que ser especial o tonta porque sino cuál es tu justificación dime cuál es tu justificación pudiendo estar en las mejores peores discotecas moviéndome sin soltarme y no escribir poemas sobre nada no escribir nada no escribir sobre nada no hacer nunca nada nunca más.
También se escucharon los versos de Aitana Monzón que fueron al encuentro de la naturaleza en Sa Cala:
“el breve aliento del océano.
un expandirse hacia la nada y desde aquí
otear los plásticos. el leve caminar
que lleva el pez. ser suficiente
carne y suficiente belleza. un mar
que intenta desdecirse de lo humano.
Y otros versos fueron al laberinto de los sentimientos en necropast0ral 1:
es julio.
fue julio alguna vez sobre tu corazón.
No fue aquí el silencio. Hubo frío
en la cavidad antigua
de la psique. No fue tampoco
esa lluvia nocturna.
Lo que se lleva la luz. Lo
que cae y hiere
en su caída.
Y así, durante tres días, en Cádiz se escucharon las voces de poetas como Rosa Berbel, Luna Miguel, Pablo García Casado, Elvira Hernández, Julieta Marchant, Carlos Catena Cózar, Félix Moyano, Ana Castro, Raquel Vázquez, Emiliana Pereira, Gustavo Yuste, Jorge Villalobos, Berta García Faet y María Alcantarilla.
Nanai no se olvidó del mundo de la edición con dos coloquios sobre Editar a través del océano: vínculos literarios y editoriales en el que participaron Ángelo Néstore (Letraversal), Julieta Marchant (Bisturí 10), Daniela Escobar (Overol), José María Cumbreño (Ediciones Liliputienses), Viviana Paletta (Espasa), Guido Arroyo (Alquimia) y Raúl Alonso (Cántico).
Para insuflar poesía en los más pequeños, el Festival organizó el Taller infantil Poetas y máquinas a cargo de Rastro Live en el cual Xácoime combinó la poesía y la electrónica para niños.