Iñaki Gabilondo: “Deberíamos hacer una parada técnica de silencio”
Desde hace unos 45 años, Iñaki Gabilondo lo primero que hace cuando se levanta es sintonizar la radio, escuchar la primera noticia que lo recoloca en el mundo y, luego, lee durante unos 25 minutos alguno de los libros que tiene en la mesilla de noche, esté en su casa, de viaje o de vacaciones. Acaba de cumplir 80 años y, en noviembre, se despidió de los medios audiovisuales con el programa ¿Qué (diablos) es España?, en Movistar.
Iñaki Gabilondo (San Sebastián, 1942), uno de los periodistas más reputados del país, empezó en el periodismo con 21 años en la Cadena Cope de San Sebastián. Después, su ruta periodística fue: Cadena SER Sevilla, Cadena SER Madrid, Informativos de Televisión Española, asumió, en 1986, la dirección del programa matutino Hoy por hoy de la SER, con el que revolucionó la radio española, hasta 2005, Noticias Cuatro, El País y Cadena SER con un videoblog hasta 2021.
Gabilondo fue, el 23 de noviembre, el protagonista del podcast El hombre que se enamoró de la luna, dirigido y presentado por Pablo Loriente, que tuvo lugar en la sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Callao, Madrid. De esa conversación surge este diccionario personal y profesional de este hombre que es historia del periodismo:
Cansancio / escepticismo / Sabiduría
Los viejos hemos decidido llamar sabiduría a nuestro escepticismo. Cuando te vas haciendo cada vez más viejo, te vas haciendo más escéptico y te parece que ese es el descubrimiento de la sabiduría. Entonces, te pones estupendo y miras a tu alrededor y, con superioridad intelectual, te meas de la risa de las ilusiones que te rodean con alguna esperanza porque tú has llegado a la sabiduría. Un día descubres que eso es cansancio. Me pareció un descubrimiento que me obligó a recolocarme en una posición distinta. Si este es mi escepticismo, y no es sino cansancio, con algo de verdad, no tengo derecho a transmitir a la sociedad una paletada de escepticismo, pesimismo, encabronamiento, me niego a hacer eso. La obligación de los viejos es transmitir, si podemos, un poco de serenidad, del buen escepticismo, una mirada menos enloquecida y estrepitosa.
Entrevista
En la entrevista lo más difícil es saber escuchar. Llevo toda la vida estudiando Saber escuchar, y estoy en segundo. Aprendes a poner cara de saber escuchar, pero escuchar para querer entender no es fácil. Cada ser humano tiene un porqué. En segundo lugar, saber que el protagonista es el entrevistado. Una entrevista es un encuentro a tres: el que pregunta, el que responde y el público al que está destinada esa conversación. Por orden de importancia son: el público, el entrevistado y el entrevistador. Y hay un cuarto: el reloj, cuando las entrevistas son en tiempo real.
Libertad de expresión
Lo primero en la comunicación es tener algo que decir. Aquí hemos avanzado por la libertad de expresión sin haber pasado previamente por la libertad de pensamiento. Hay mucha gente que no ha pensado nada y no tenía nada que decir, pero reclama su derecho a expresar.
Opinión
Tengo un problema: no tengo opinión así como así. Me cuesta mucho tener opinión, y cuando termino teniendo alguna tengo la sensación de que me falta mucha información para poder asegurar que esa opinión tiene solvencia suficiente. Cuando más se acerca uno a un tema de la vida más complejo lo ves. Cuando te encuentras viviendo una actividad que te condena a ser más sintético, más breve para tratar de concentrar la complejidad de las cosas, me parece un atentado a las cosas y contra mi propia formación.
¿Qué diablo es España?
El nombre es una estrategia del marketing que deriva de un hecho cierto: es lo último que voy a hacer. Cumplí 80 años, ya está bien. La pregunta no es por qué termino, la pregunta es qué haces todavía aquí. Tengo una sensación de impostura, de asalto, de ocupación indebida de un terreno donde debe circular otro aire. Estoy un poco empachado de mí, llevo sesenta años en esto.
Radio
Es un medio que ha nacido para tener esa posición subordinada; la primera acción es la vida andando, y tú estás detrás. Por la mañana mi rival primero es la vida. Yo estoy detrás de la vida que está actuando, haciendo una segunda voz de la vida. El protagonismo de la vida lo tiene el ser humano en acción con la radio detrás.
Responsabilidad
Soy un enfermo de la responsabilidad. Soy el mayor de nueve hermanos, de una familia con padres que trabajaban como mulas. Al ser el mayor tenía que pastorear a mis hermanos, mantener la disciplina. Hipertrofié mi sentido de la responsabilidad. La mayor maravilla para mi es ir descargándome de responsabilidades.
Sevilla
Soy de San Sebastián, pero viví en Sevilla casi cinco años y quedó en mi corazón para siempre. Como decía Gerardo Diego: En Sevilla habita mi otro yo, mi yo de enfrente. No dejé de ser ni un poquito vasco, y, sin embargo, me impregné del paganismo andaluz, del sur. Un día dije, si cuando llegue mi hora final no puedo estar donde quisiera, San Sebastián, me pido un banco de la Plaza de San Lorenzo bajo la lluvia de abril.
Silencio
Deberíamos hacer una parada técnica de silencio oficial. Como en la pesca, dar un tiempo para que se regenere la pesca. Darnos un mes de silencio cada año y que se regenere el pensamiento, las voces, que se depure la atmósfera de todo este lío montado de voces que no cesan donde la mitad de las veces no habría tanto que decir.
Tecnología
Los formatos de son técnicas para llegar a un punto. Idolatrar los formatos es una idiotez. Cuando eso se convierte en el décimo mandamiento ya no me gusta. Lo bueno es vivir en libertad y saltar los formatos. En muchas de las nuevas tecnologías hay mucho de invasivo. Muchas personas no se dan cuenta que están entregando algo que es sagrado: el tiempo que tienes. Vivo las nuevas tecnologías, pero no entro en esas que se apoderan de ti.
Vida
La vida ha cambiado una barbaridad, menos dos cosas: el día sigue teniendo 24 horas y el ritmo el corazón humano se mueve en una horquilla que no varía mucho de cuando te perseguía un mamut a cuando estás relajado en la caverna, hasta hoy. Tienes un tiempo limitado de vida. Ante la oferta que nos rodea tengo que seleccionar de todo lo que me ofrece. La mayor dificultad hoy en la vida es elegir, que quiere decir descartar y controlar el caballo de tu vida. La vida, básicamente, nos interpela a elegir y descartar, elige y descarta. Que tu caballo vaya donde tú quieres y no donde quiera tu caballo.