“Asistimos a la caída de la excelencia en todas partes”: Luis Antonio de Villena

"Luis Antonio de Villena es un poeta prestigioso que ha hecho mucho por la poesía y por los nuevos poetas. Es un escritor generoso que buena parte de su energía la ha dedicado a apoyar poetas y crear antologías de voces emergentes". Fue la presentación y agradecimiento que expresó al escritor madrileño, de 70 años, Gonzalo Escarpa, poeta y coordinador del ciclo #Lde Lírica, en la sala de Ámbito Cultura de Callao, Madrid.
A bordo de su inteligencia, dandismo, simpatía, humor y locuacidad, Luis Antonio de Villena habló de su vida personal y literaria dividida entre su agitada vida diurna y nocturna. Empezó por recordar que, desde los 11 años, tras la muerte de su padre, ya se perfiló como una persona diferente en su manera de asumir la vida y estar en el mundo que lo llevaron a ser visto, dice, como “alguien raro”.
A los 19 años publicó su primer poemario, Sublime solárium. Desde entonces ha sido un autor tan prolífico que ya perdió la cuenta del número de libros publicados y, a la vez, muy atento a estudiar las corrientes poéticas y literarias. En 1981, su nombre empezó a estar en el foco tras obtener el Premio de la Crítica por Huir del invierno. Al ver que lo señalaban como un poeta joven, con 30 años, decidió mirar quiénes venían detrás de él. Así empezó a crear antologías con nuevos poetas, hasta 2010, cuando detectó que había una especie de “totum revolutum” que no le parece bueno porque, afirma, “de vez en cuando, ordenar, clasificar, saber quién es quién y tener una cierta nómina es bueno”.
Toda esa mirada le permite expresar a De Villena su desencanto con el momento actual al ver que “todo vale, y todo vale en la poesía porque todo vale en la sociedad. Estamos viviendo un tiempo muy malo, muy convulso, todo va mal, la vulgaridad de la gente es extrema”.
Una de las cosas que más lamenta es “esa idea de la falta de excelencia. La excelencia es un nivel de gusto, de inteligencia, de sensibilidad, de cultura, de educación… Y vemos la caída de todo eso. Hay un versito de Antonio Machado que viene que ni pintado: ‘Qué difícil es / cuando todo baja / no bajar también’. Todo te arrastra si tú no tienes cierta fuerza. Y eso ocurre ahora en todas partes”.
Fiel a su mirada panorámica y crítica, Luis Antonio de Villena no deja títere con cabeza:
“España está mal, porque todo el mundo está mal. La izquierda no ha sabido tener referentes y la derecha no se ha renovado. Pero la derecha está más viva porque está robando ideas a la izquierda. Pero hay que votar”.
La política y los políticos actuales lo decepcionan:
“Todos son unos mindundis, ellos y ellas. Pero, mira por dónde, ellas son igual de tontas que los hombres, igual de necias que los hombres, igual de insensatas que los hombres. Tanto feminismo para esto es un poco triste”. (Puedes ver el video de la charla con Luis Antonio de Villena en este enlace).
Su voz cambia cuando llega el momento de leer algunos poemas con toda su cadencia y entonación:
Príncipe y atleta levemente oriental
Yo hubiera querido para ti
Lejano amor mío
Algo absolutamente exquisito
Como eres tú
Dulce en tu armonía
Suave entre España y Hawái.
Para ti, a quien
No han dañado
Los esputos del mundo
Hubiera deseado yo
Tierno sueño profundo
Algo absolutamente irrepetible
En esa noche triste
Sin ser mi amor
Para cenar conmigo.
Pero los gañanes y los vagabundos
Que conozco
Unos cuantos sin techo adolescentes
A quienes enseño geometría
quisieron venir a verme
Y no lo pude evitar
Habían oído hablar de ti
Yo cantaba en sueños
Tus alabanzas, y te llamé
Edecán de la vida
rey del mundo
Los sueños poseen, a ratos,
Una cursilería preciosista.
Querían verte entre gañanes y vagabundos
Cómo no lo intuí
Salieron de debajo de los sofás
Entraron tiznados de negro
Por la chimenea…
Un cuento en azul
Seguramente estaba sola.
Llevaba los ojos muy cercados de negro
Era mayor, vieja,
Con ropas gastadas
Por la noche, más aún en invierno,
Se acercaba a los jardines
Del convento del parque
Con su bolsa de plástico
Llena de despojos para gatos…
Poemas que contienen historias, asomos a su vida. Gonzalo Escarpa le pregunta para qué sirve su poesía. El poeta, narrador y ensayista duda un segundo:
“La poesía no sirve para nada, pero ese es el lujo. No sirve para nada, pero abre 80 puertas, y el mundo se va ensanchando. ¿Para qué sirve Rubens? ¿Para qué sirve Picasso? No sirven, y sirven inmensamente”.
Escarpa indaga más: ¿Y para qué te sirve a ti?:
“Es como una necesidad, y no de escribir, sino de leer. Yo leo dos libros a la vez. Si no tuviera la poesía me faltaría algo”.
Luis Antonio de Villena desvela detalles de su forma de trabajar:
“Yo escribo a través de algo que me ha ocurrido mezclado con sueños y con ideas. Se mezcla la cultura, la experiencia, los sueños, y de ahí sale el poema”.
Su conocimiento sobre la cultura y las artes es muy amplio, y lo disfruta:
“Cuando vivo en el arte, soy ágil; y cuando vivo en esta vida soy de una torpeza alucinante.
Yo soy un esteta. He estado horas mirando a alguien con mucha belleza física. La belleza va al alma. Tiene que ver con el físico y luego se mete en la inteligencia como querían Platón y Plotino”.
Muchos son los autores que le gustan a Luis Antonio de Villena. Pero uno fue clave en su destino para llegar a ser quien es:
“La obra de Oscar Wilde no me influyó, me influyó el personaje Wilde. Me enseñó que yo podía hacer lo que quería hacer y no tenía que avergonzarme de hacer lo que quería hacer. Yo no he pagado el precio que pagó Wilde. Pero algo sí. Me han señalado como el rarito y aprendí a hacer de la necesidad virtud. Y, como me lo he creído, ya estoy encantado de ser raro. Pero tienes que cargar con eso”. (Puedes ver el video de la charla con Luis Antonio de Villena en este enlace).