Escribir
Saber escribir en realidad es saber relacionar cosas. Saber escribir no es hacer frases bien hechas, bueno, o sí, pero, eso se aprende. Saber escribir es saber crear y eso solo se crea relacionando cosas que estaban por relacionar. Si ustedes son capaces de relacionar este sillón con una cosa que acaban de ver en la calle, están obteniendo una conexión metafórica inédita, eso es crear, crear el mundo a través de un lenguaje.
Escribir / Planificar
Nunca planifico lo que voy a escribir. Voy como cuando escribes un poema, todo va apareciendo como en una red, por intuiciones. A lo mejor estoy una semana sin escribir, y un día, de repente, estoy escribiendo tres meses seguidos. Escribir es como estar enamorado, o como tener un hijo, ver crecer… Es algo orgánico. Si tú preparas antes lo que vas a hacer se verá muy rígido y te decepcionas a ti mismo. Cuando algo no sale hay que olvidarlo, si es bueno ya volverá y hay que, tranquilamente, dejar que las cosas maduren.
Estructura literaria
Mis libros están construidos como en forma de red, son nodos conectados por enlaces. De ahí que se pueda unir en un segundo un spot publicitario, supuestamente, de baja cultura con un pensamiento de mucha altura, supuestamente, cultural o filosófico. Yo no trabajo con planteamiento, nudo, desenlace, ni justificaciones para llegar de un lugar a otro. Yo conecto metafóricamente un nodo con otro. Esa forma de estructurar en red una ficción es lo que me permite conectar cosas.
Experiencia
No se puede escribir de nada si no lo has experimentado de algún modo, aunque sea imaginariamente. El amor, por ejemplo, tienes que haberlo vivido, de verdad o imaginariamente para poder escribirlo.
Idea
Si crees que una idea es buena no hay que apresurarse, ni hay que ponerse ansioso, porque si es buena vuelve y encaja perfectamente en un lugar en donde antes no encajaba. Es esa idea de cuando vas en el coche y enciendes los faros que siempre apuntan a un lugar más allá. Cuando llegas al lugar donde apuntaban los faros, los faros ya no están apuntando ahí, están apuntando a otro lugar más lejano. En el amor uno cree que llega a un lugar, pero cuando llega, el amor ya está en otro lugar, te pide algo más.
Literatura
Yo estoy en la literatura para investigar el mundo de una manera poética. En esa investigación lo que no puedo hacer es repetirme a mí mismo porque, entonces, para empezar, yo mismo me aburro. Eso me viene por mi formación en ciencias, donde estás acostumbrado a que siempre tienes que estar investigando, no puedes estar repitiendo lo que ya has hecho tú mismo o han hecho otros.
Publicidad
La publicidad me parece fascinante. Es lo mejor de la televisión, hay vídeos publicitarios que me parecen fascinantes, poéticos, de buena factura, piezas que son verdaderas obras, verdaderos poemas. Aparte, me interesa su dimensión ya no estética, sino su dimensión social. Cuando llego a un país que no conozco, lo que hago es poner la televisión, porque a través de la publicidad tú ves cómo es un país.
Pulsión de muerte
En el amor no hay pulsión de muerte, porque tú lo que estás pretendiendo es diluirte en la otra persona, fundirte en la otra persona, perder tu identidad en la otra persona. Por lo tanto, es una forma de muerte, claro… Es muy lógico que, para muchas tradiciones, incluso para esta tradición culta europea, el amor y la muerte estén unidos porque ambas son una forma de desprenderte de algo que tenías.
Realidad
Todo pensador lo que tiene es que jugar con los límites de la realidad para alumbrar algo nuevo. Si no llegas a un límite, no investigas.