Vicente Luis Mora. “La literatura sin la irracionalidad está muerta”
“Ser original es bastante sencillo: es darte a ti mismo una oportunidad”, recomienda Vicente Luis Mora (Córdoba, 1970). Esto es lo que intenta hacer este poeta, narrador, ensayista, crítico literario y divulgador cultural desde hace veinticinco años, cuando, en 1999, debutó con el poemario Texto refundido de la ley del sueño, Accésit del Premio Rosalía de Castro. Ahora acaba de publicar Cubit (Galaxia Gutenberg) donde convoca diversas formas narrativas y argumentales para crear una obra plural.
La oportunidad de ser original de la que habla Vicente Luis Mora se la dio, sobre todo, cuando tras licenciarse en Derecho, se decantó por doctorarse en Filosofía y Letras y dedicarse a la escritura y a la difusión de la literatura. Ese fue uno de los motivos por los que creó el blog Diario de Lecturas, allá por el año 2004, en el umbral de la eclosión de la virtualidad.
Todo esto lo compartió en el ciclo #LdeLírica, de Ámbito Cultural, de El Corte Inglés, coordinado por Gonzalo Escarpa, director de La Piscifactoría. Vicente Luis Mora ha sido director de dos centros del Instituto Cervantes, Albuquerque (Estados Unidos) y Marrakech (Marruecos). Es autor de una veintena de libros, algunos de los cuales resultan raros, incluso a él, en los que explora estructuras y formas técnicas y mezclas de géneros. De ese encuentro surge este Diccionario Vicente Luis Mora:
Es una novela (salió esta primavera) de verdad rara, y estoy sorprendido de haberla escrito, estoy aterrado con la promoción, porque no sé qué voy a decir de ella. Me da la impresión de que todo lo que diga está generando una especie de espóiler técnico y me gustaría que el lector llegara al libro sin filtro y se dejara sorprende, como me pasó a mí a medida que lo escribía.
Para escribir esta novela tardé 25 años. Una parte de mi cerebro tiene una habitación donde estaba con la luz encendida continuamente. Es muy difícil apagar esa luz después de convivir 25 años con eso. Ahora estoy en Madrid, que fue donde surgió la idea, y se me siguen ocurriendo cosas, pero hay que cortar. Es un proyecto literario de toda una vida. Hay un momento en que el libro no crece, sino que engorda. Hay que ser exigente con el proyecto que uno se ha propuesto.
Estilo
Es una cuestión bastante matemática. Es una cuestión de respiración de la prosa, del modo de pensamiento y el modo de pensamiento se articula con una secuencia rítmica; no es un estilo, no es un ritmo. Y el ritmo es matemático, el ritmo musical, el ritmo estrófico, la métrica, que hemos roto un poco con el verso libre, con el poema no estrófico, pero, en realidad, todos los poemas son estróficos porque todos tienen ritmo. Y una vez que tienes el ritmo estás preso de una métrica distinta, lo que pasa es que es la tuya, ya no depende de una formalización anterior. Decir que no existen las matemáticas en la literatura es como no conocer bien o las matemáticas o la literatura.
Emocionalismo vs irracionalidad
Hay que distinguir entre el emocionalismo y lo irracional. Soy enormemente defensor de lo irracional en la literatura, sin eso la literatura está muerta.
Escribir narrativa o poesía sin algo que abra la espita del realismo está condenado al fracaso estético, salvo rarísimas excepciones. La irracionalidad no hay que confundirla con el dejarse llevar, con la emoción barata, con lo primero que se me ocurre, con el desahogo emotivo. Esto no tiene nada que ver con la autenticidad. La autenticidad no está en tu parte, está en la mente del lector. Está en que cuando lo lea el lector parezca auténtico. Y para eso tienes que dominar, completamente, la secuencia creativa, desde que la recibes irracionalmente hasta que te conviertes en una especie de procesador de textos. Incluso si quieres transmitir la emoción original vas a tener que recurrir a una serie de artificios. Pero ignorar todo esto y lanzarse a contar adánicamente la experiencia arrebatadora es condenarse al fracaso más absoluto.
Literatura
Toda la literatura vale, pero hay una que vale más, porque tiene más intensidad y más calidad. No le voy a quitar, como hacen algunos, que quitan la palabra poesía a lo que se hace en redes, por ejemplo, mientras se diga que es de baja intensidad, porque no tiene como objetivo la verdadera conmoción, que es a medias emocional y a medias intelectual, que es la detección de que ahí hay algo. Tocar la fibra es el resultado de un conocimiento enorme de la tradición.
Poesía
La poesía es conocimiento: conocimiento de uno mismo, de la poesía, de la realidad y del mundo que estás trabajando. Que cambia muchísimo después de un proceso de escritura. La propia escritura te va abriendo y te va moviendo ramas en el árbol y, a lo mejor, o más interesante, no es la primera idea que tuviste, sino las que vas descubriendo conforme vas escribiendo. Y ese es otro conocimiento al que llegas.
Novela
Requiere dedicación y tiempo. Hay quien dice que es celosa. Exige tal demanda y entrega que lo quiere todo. Todo el tiempo que tienes.
Realismo
Sobre el retraso cultural en España hay dos condicionamientos que explican parte de la cuestión: uno es el pause de cuarenta años que tuvimos con el franquismo (de 1936 a 1975) que hace que mientras en Europa está la alta modernidad, y en Latinoamérica la modernidad tardía desarrollándose a pleno rendimiento, aquí tenemos censura previa, restricción de libros, está prohibida la libre circulación de libros de pensamiento y filosofía contemporánea había que salir un poco de viaje para conseguir libros y enterarse en un poco de lo que estaba ocurriendo, eso nos ha lastrado muchísimo.
El segundo lastre, que algunos confunden con riqueza, es la pesadísima herencia realista que tiene la literatura de este país. Haber tenido ese potentísimo Galdós, esa maravillosa, Pardo Bazán, ese increíble Clarín, es un tesoro, pero un tesoro que acabado paralizándolo todo. Podíamos haber cogido la línea de Valle-Inclán que es más interesante. Pero se ha optado por la del realismo mal entendido. Si hubiera hoy un Galdós, un Clarín, harían cosas muy diferentes de lo que los autores realistas están haciendo. Son dos pesos muy poderosos y que nos lastran. Un peso que no tienen en Latinoamérica, por eso les va mucho mejor literariamente que a nosotros, salvo excepciones a ambos lados. Ahora intentamos volver a coger el tren pero nos está costando mucho, creo que, seguramente estamos dando pasos, más de lo que nos damos cuenta, pero todavía hay cierta distancia.
Original
Ser original es bastante sencillo: es darte a ti mismo una oportunidad.
Diario de Lecturas
Este blog lo empecé en 2006 y lo voy a mantener porque debe haber espacio de ascenso, de distancia, no todo es superficialidad, tendencias. Y porque hay que difundir con argumentos el trabajo de las editoriales independientes y alternativas que casi nunca están en los suplementos y que están publicando parte de lo mejor de la literatura del país.
Internet
Al principio, cuando era más texto y pocas imágenes, pensé: Internet es un sitio para nosotros los escritores. La gente participa, incluso en Instagram, incluso los que se exhiben. Pero creo que la literatura abre la caja de los truenos, mientras la imagen no, porque tomas fotos y luego decides cuál publicar. Internet es un espacio texto-visual por naturaleza. Es un espacio de escritores. Algunos que se resistieron terminaron llegando. Es parte de la conversación. Y para los que vivimos en provincias es una forma de mantener la conversación con el resto de la gente.
Inteligencia artificial
Tengo sentimientos encontrados sobre el hecho de que los escritores la utilicemos. Creo que los escritores podemos usar lo que sea, sin hacer daño a personas y animales. No soy moralista en ese sentido, pero sobre lo que sí tengo dudas es de la falta de ética de las empresas que gestionan la inteligencia artificial; como se ha hecho el aprendizaje profundo, como han barrido la propiedad intelectual, robando nuestros textos sin pedir permiso. Entonces, usar esos sistemas es caer en la complicidad. Soy reacio a utilizarlos para fines creativos. En la IA hay algo enfermizo que no me acaba de gustar.