Raúl Zurita: “El arte y la poesía corrigen la vida”

“Un poema es una forma de defensa”. “El arte y la poesía corrigen la vida”. Estas dos ideas de Raúl Zurita condensan su concepción de la poesía y de la vida, que en él son una sola y para siempre. El poeta chileno (Santiago, 1950) fue uno de los invitados especiales del Festival Eñe 2024 de Madrid.  En la sala Callao de Ámbito Cultural, de El Corte Inglés, tuvo una conversación con Gonzalo Escarpa y ofreció una lectura de sus poemas.

Raúl Zurita, sobreviviente de las atrocidades de la dictadura de Augusto Pinochet, creador apasionado y arriesgado, ha sido distinguido con los principales premios de poesía en español. De los pasajes de su vida que compartió con sus lectores, surgen estas variaciones sobre poesía, amor y belleza:

“La poesía, respecto a la soledad y todas las emociones humanas, le agrega su compasión, hondura y fervor. Frente a los datos, la poesía es el fin de la soledad”.

“La poesía nace de una gran orfandad, de una orfandad casi mítica. Esa orfandad es la que te lleva firmemente a escribir o a pintar o a hacer todo lo que uno pueda en su día. Hay una orfandad en la que nace todo, independiente de las circunstancias personales”.

“Chile, mucho antes de ser un país, fue un poema. Pero comparado con lo que está sucediendo en el mundo lo que podemos hacer es un chiste. Es tan terrible lo que está sucediendo, que la poesía es prácticamente la única vía. Siempre he imaginado que la poesía es como una terca y tímida niña que va a tener que ir pasando bajo los escombros de este mundo terrible, bombardeos… Ucrania, Palestina y otras zonas. Nos esperan unos días para mantener la terca esperanza. Mantenerla contra todo”.

“La poesía es la misma mano que te coge y la misma mano que te hunde”.

“Todo poema es una desnudez. Una forma de desnudarse frente a uno mismo y frente al lenguaje”.

“Hay tanta finura en cada pincelada de Fra Angelico, de Boticelli, de Van Gogh. Hay tanto amor que, frente a eso, el horror es más horror. Porque tenemos la muestra de que había podido no ser así. De que en lugar de que esa mano golpeara, se hubiera convertido en un abrazo. Tengo la terca esperanza de que ese gesto de Fra Angelico o de Van Gogh sea algún día el objeto humano”.

“El arte y la poesía corrigen la vida, la experiencia. Porque puedes inventar otra, enseñarles a los otros que es posible otra forma”.

“La poesía es un arte cruel en el sentido de que no tiene ninguna otra posibilidad que la de ser extraordinaria”.

“La poesía es incapaz de parar la guerra, la poesía no puede botar una dictadura, la poesía no puede salvar a una gente que se está muriendo en Gaza, en Líbano, en Ucrania y, sin embargo, sin la poesía nada es posible. Porque si se llegara a acabar significaría que se han acabado los sueños y las esperanzas. Un ser humano puede vivir 72 horas sin agua, pero sin un sueño y una esperanza, no dura ni cinco minutos. Si la poesía desaparece, la humanidad desaparece a los cinco minutos”.

“Toda poesía tiene que ser capaz de ser leída en voz alta frente a las rompientes, frente a las olas del mar y, al mismo tiempo, ser musitada en voz baja frene al oído de un moribundo”.

“El amor es lo único importante, finalmente. Tal vez, porque es nuestra única defensa frente a la muerte. Si detrás no hay una experiencia de amor: amor por la vida, amor por este aire, amor por lo que somos, por esta conversación que estamos teniendo, entonces no tiene mucho sentido nada”.

“Todos somos, más o menos, semejantes en nuestro temor a la muerte, en nuestra necesidad de amor. Somos distintas metáforas de lo mismo”.

 “Algún día, tal vez, ese camino terco, el camino humano, tal vez, va a ser digno de la belleza del universo”.

Y Raúl Zurita abrió su recital con el siguiente poema:

Guárdame en ti

Amor mío: guárdame entonces en ti
en los torrentes más secretos
que tus ríos levantan
y cuando ya de nosotros
sólo que de algo como una orilla
tenme también en ti
guárdame en ti como la interrogación
de las aguas que se marchan
Y luego: cuando las grandes aves se
derrumben y las nubes nos indiquen
que la vida se nos fue entre los dedos
guárdame todavía en ti
en la brizna de aire que aún ocupe tu voz
dura y remota
como los cauces glaciares en que la primavera desciende.

Raúl Zurita es autor de obras como Purgatorio (1979), Anteparaíso (1982), Canto a su amor desaparecido (1985), El día más blanco (1999), Zurita (2011) y Son importantes las estrellas (2018).