Pedro Pastor: “Haciendo canciones hacemos el mundo más habitable”
Doce años después de su debut como cantautor de compromiso social y político, Pedro Pastor se siente más un autor de world music. Ha sido un viaje construido a partir de su experiencia por diferentes países, a partir de ir incorporando a sus inquietudes sociales y personales sonidos y ritmos de diversas regiones del planeta. Escorpiano, su quintó álbum, junto a la banda Los locos descalzos, es una muestra de esas incorporaciones que enriquecen su música, del folk al hip hop, pasando por sonidos africanos.
Pedro Pastor (Madrid, 1994) se dio a conocer con el EP Aunque esté mal contarlo, en 2012, en 2014 La vida plena, luego Solo los locos viven en la libertad (2016), SoloLuna (2017), Vulnerables (2019) y Vueltas (2021), que incluye la que considera su mejor canción política, Los olvidados. Es hijo del autor Luis Pastor y de Lourdes Guerra (hermana de Pedro Guerra).
“América Latina es importante, me inspira. Necesito ir allí para componer”, reconoció Pedro Pastor en el ciclo Así nacen las canciones de Ámbito Cultural, de El Corte Inglés, en la sede de Callo, de Madrid. Lo hizo como invitado en el mes de mayo en una charla con Fernando Neira. De ese encuentro surge este Diccionario Pedro Pastor:
Saharaui
Vengo de allí ahora, de los campamentos saharauis. Se aprende mucho viendo la realidad de otras personas, sobre todo distintas a la nuestra. Somos unos privilegiados del carajo. Tenemos que relativizar más. La enseñanza que me deja la visita es el ejercicio de la generosidad. Ver que las personas que más crudo lo tienen son más generosas.
Y una mirada global sobre cómo el ser humano tiene poca sensibilidad y empatía de resolver geopolíticamente conflictos fáciles de resolver. Poca voluntad política. Estar allí te hace más pesimista. Y, también, optimista, al ver que un pueblo, que lleva cincuenta años reprimido, tiene una fe innata en que un día van a vivir en un Sahara independiente.
Primera canción
Mi primera canción a los 13 años fue Te quiero. Le cogí los acordes a una canción de Fondo Flamenco, que escuchábamos en mi época, le agarré los acordes, casi la melodía y le cambié la letra. Me gusta pensar que las canciones nos traen hasta el lugar en el que estamos. Para hacer una canción buena tienes que hacer muchas malas.
Destino
Creo que estaba predestinado a dedicarme a esto. Hay seres musicales y, si el contexto es amable, pues…
A los 17 años decidí que quería hacer esto. Nunca he pensado que no me iba a salir bien. El pertenecer a una familia de músicos me ha allanado el camino de las dudas. A los 15 años iba a dejar de estudiar para dedicarme a la música y le dije a mi madre: Yo soy cantautor, no quiero seguir con el bachillerato. Me contestó: Tu hermano dejó de estudiar, pero trabaja. Tú ahora mismo, como cantautor, no tienes un sueldo. Y le dije: Vale, estudiaré hasta que tenga sueldo. Con 17 años ya hacía conciertos por la península. Me fui de casa, alquilé una habitación. Lo tenía claro.
Tengo 29 años y el tiempo me ha cundido. He vivido de todo musicalmente y personalmente. He vivido muchas cosas y he aprendido muchas cosas, y otras no.
Búsqueda
Uno, a través de las canciones, tiene una búsqueda personal. Mi búsqueda personal me ha descubierto que también mi interpelan otras cosas que no son política. Al principio la música era solo política, ahora son muchas otras cosas. Los olvidados, creo, que es mi mejor canción política.
Es muy contextual el lugar desde donde se hacen las canciones. Ahora mismo estoy más con el sentimiento de Hambre de mi pueblo. Hay un EP que nunca grabé con tres canciones: una es Hambre de mi pueblo y otras dos que compartían estribillo: Ni la bandera, ni el odio ni la xenofobia son la cura del hambre de mi pueblo.
Surgió porque hubo un momento que se hablaba de esto en España y me dio susto, y dije: voy a hablar de esto. Pero no lo terminé.
Música
La música es matemática, pero, sobre todo, es emoción, verdad y esa búsqueda de la belleza. La música es una herramienta de transformación social.
Componer
Las canciones nacen cuando tienen que nacer. La composición no se puede forzar ni se puede acelerar, ni tampoco se puede dirigir. Si te empeñas en escribir sobre algo concreto es posible que no te salga una buena canción. Lo que creo es que tú vas llenando un cajón con las vivencias, las reflexiones, lo que has venido sintiendo y, en algún momento, cuando la inspiración te visite, lo abres, y cuanto más lleno esté más rica va a ser la canción.
Inspiración
No hay un momento en el que nazcan las canciones. Creo que hay bastante divinidad en la composición. Somos un canal y hay una fuerza que no te sé explicar, un magnetismo, que es el que escribe la canción por ti. Pero tienes que estudiar, cuanto más leas, más palabras vas a tener a mano, cuanto más estudies, como decía Serrat, que la inspiración te pille trabajando.
Autorretrato
En mis canciones he dado mucha información mía. Pero forma parte de los cantautores. Soy más sensual que sexual, y lascivo. Soy bailongo, me encanta, he aprendido a bailar salsa. Siempre me ha gustado bailar y lo hago con naturalidad.
Haciendo canciones hacemos el mundo más habitable.
Vida
El misterio de la vida no me atormenta, pero sí me ha llevado por muchos derroteros.