Mi canción eterna del verano: Paula Ortiz y ´Fields of Gold´, de Sting
Hay una canción que conecta a Paula Ortiz con la naturaleza, el universo y el amor, que llena su sensación de oquedad y le da un instante de eternidad: Fields of Gold, de Sting. Siempre que la escucha la lleva a su infancia. Esta directora y guionista española de cine es la invitada a la miniserie Mi canción eterna del verano, de Ámbito Cultural. Autores y creadores de diferentes expresiones artísticas eligen no la canción de este verano, ni la de otros años, sino un tema más íntimo, más personal, que pudieron haber escuchado a cualquier edad. Esta miniserie se inspira en la frase de Albert Camus: “El sol que reinó sobre mi infancia me privó de todo resentimiento”.
Paula Ortiz ha dirigido las películas De tu ventana a la mía (2011), La novia (2015), Al otro lado del río y entre los árboles (2022) y Teresa (2023). Además de varios documentales y cortometrajes.
Pregunta. ¿Cuál es la canción, SU canción, que suele asociar a su verano eterno?
RESPUESTA. Es una canción muy melancólica: Fields of Gold, de Sting. Evoca un amor de infancia o adolescencia, un amor primerizo. Recuerda unos campos de trigo donde se dejó caer, donde hasta del cielo estaba celoso. Hay algo en cómo lo cuenta la canción, cómo lo evoca que me llena. Esa canción tan melancólica, también, me lleva a los veranos de la infancia en el pueblo de mi madre, Villahermosa del Campo, en Teruel, que, realmente, está lleno de campos de oro en verano.
P. ¿Cuándo escuchó, cantó y/o bailó esa canción?
RESPUESTA. Descubrí Fields of Gold en mi adolescencia y, ya entonces, me hacía añorar ese amor que no tenías o que se había marchado. Cuando la escuché no había vivido esas emociones y, sin embargo, a lo largo de tu vida, vuelves a escucharla cuando sí ya las has vivido y la reconoces de otra forma. Incluso vuelves a reconocerla y a vivirla de otra manera. Por eso son canciones tan poliédricas y polisémicas que te vuelven a hablar con los años. Antes era más melancólica que ahora, afortunadamente. Pero ayer mismo la escuché y me volvió a llevar a esa sensación de verano.
El pueblo de mi madre, donde la escuché por primera vez, está muy alto y las cosechas de trigo son por estos días de julio, y esa canción describe muy bien esa sensación de plenitud. Hay algo que tiene que ver con el paisaje al que vuelvo y vuelvo y vuelvo, que es el paisaje de mi infancia.
P. ¿Dónde escuchó Fields of Gold, por primera vez?
RESPUESTA. Mi padre tenía un disco de Sting, de los primeros, que descubrí sola. Lo escuché y luego me compré el siguiente disco, Ten summoner’s tales, donde estaba Fields of Gold. Ese CD lo compré yo.
P. ¿La escucha cuando suena por ahí o la busca a propósito?
RESPUESTA. Como te decía, ayer que venía en el tren en AVE estaba viendo los campos soleados y me vino fuertemente esa sensación y la escuché.
P. ¿Cuál cree que es su magia, o la magia que ejerce sobre usted?
RESPUESTA. La magia está en que es una canción que tiene una conexión muy fuerte con la naturaleza. Con una sensación casi mística que tiene Sting con su concepción de la música, y la de algo muy sensorial, de un sentimiento poético muy fuerte, atado a una sensorialidad del sol, la tierra, el cielo, los elementos básicos que te llevan a un estado universal. Si la escucho sola en un espacio muy abierto me provoca un estado emocional muy específico de conexión con la propia existencia fuerte y plena. Es una canción muy sencilla, al igual que su poética, pero, precisamente, esa es la magia. Y está el amor.
P. ¿Cómo la necesidad misteriosa que tiene el ser humano de llenar esa sensación de oquedad que lo acompaña con el sentimiento amoroso donde cree encontrar un momento de eternidad?
RESPUESTA. Absolutamente. Hay expresiones, poemas, canciones, normalmente expresiones de índole lírico, que son las que, también, por un instante, llenan ese vacío, esa oquedad, que te deja en paz. Y para mí Fields of Gold es una de esas canciones con la que sientes eso.