Mario Casas: “En la comedia es donde me siento más cómodo y soy más yo”


Pocos “niños anuncio” se han convertido, primero, en galanes populares del cine y, luego, han dado el paso a directores. Mario Casas (A Coruña, 1986) es uno de ellos. Uno de los actores españoles con el que ha crecido una generación que ronda hoy los 30 años. De éxitos televisivos como Los hombres de Paco o El barco, a los cinematográficos que van de Tres metros sobre el cielo, Grupo 7, No matarás (Premio Goya al Mejor actor 2020), Escape o El secreto del orfebre, de Olga Osorio (2025), pasando por la dirección con Mi soledad tiene alas. Casas siente debilidad por la actuación en la comedia y por el terror como espectador.
Mario Casas fue el invitado al ciclo y podcast Mi vida en películas, de Ámbito Cultural, de El Corte Inglés, puesto en marcha junto a Cinemanía y AISGE, presentado por Andrea Gutiérrez Bermejo, redactora jefa de la revista Cinemanía y colaboradora de Historia de nuestro cine (RTVE). En este encuentro con su público, el actor y director recordó algunos de sus momentos clave en el cine:
El secreto del orfebre
Quise construir un personaje más adulto. Un galán de 45 años, sobre todo sensible, que cuenta la historia de una persona dolida por dentro por haber vivido una historia de amor cuando tenía 18 años. Para construirlo, miré cine de la época y me fijé en actores como Cary Grant. Incluso más recientes, como Richard Gere. Galanes inamovibles, con poca gestualidad, pero que dicen todo. Es una película hecha para el público, para que se emocione.
Fui un niño anuncio
Desde pequeño hice anuncios y quería ser actor, tenía curiosidad. Hacía como sketches de Cruz y Raya con los amigos de mis padres y en el cole. Y con Michelle Jenner (coprotagonista de El secreto del orfebre) nos conocemos desde los castings cuando teníamos diez y once años. Mi historia con ella es muy bonita, somos dos actores que vamos de la mano.
Actuar es jugar
Con los anuncios de niño estás jugando y lo que quieres es que te regalen las cosas que anuncias. Juegas a ser actor, y cuando eres mayor es lo mismo, es jugar a pasarlo bien. Por eso en inglés es To Play, jugar.
Así nace mi vocación como actor
Para mí la interpretación nace cuando veo una película El niño que grita puta, de Juan José Campanela. Es un niño con una enfermedad mental. Decía que quería hacer algo similar, especial, como lo que hacía ese niño, personajes que requerían una composición.
Actuar es fliparse
La suerte de salirte del personaje es del director, si él te permite estar ahí y no parecer un actor flipao. Cuando un director te deja que seas un flipao y deja que te llamen por el nombre del personaje y no salirte de él, te ayuda a una concentración en el set de rodaje. Es interesante jugar con todo para convertirte en alguien. Cuando el director investiga los personajes me parece un regalo, y Rodrigo Cortés en Escape me lo ha regalado.
Cine comercial y de terror
Crecí viendo cine comercial, pero me gusta más el cine independiente, más autoral. El cine de terror me gusta. Cuando vi Jurassic Park yo lloraba. Esa peli me marcó. El cine de terror me fascina, lo veo todo. El resplandor me fascina, recuerdo que la vi a escondidas y, luego, no me podía quedar dormido.
Disfruto la comedia
La comedia ha estado conmigo desde niño. Yo sé reírme de mí mismo. En la comedia es donde me siento más cómodo y soy más yo, aunque la gente me vea más en otros papeles. Ahora estoy rodado una comedia de la Guerra Civil española. Disfruto mucho más las comedias. Soy más de la comedia tonta. De esa comedia pasada de vuelta. Zooolander me parece una obra maestra. Un actor de referencia es Ben Stiller, es también un director increíble.
Entre drama y comedia
La comedia es más compleja que el drama. En el drama si te quedas en un lugar de emoción funciona, en la comedia vas por una línea muy fina y tocando las teclas para que suene bien todo y no te pases o te quedes corto.
Bradly Cooper ha hecho comedias que me gustan. O Brad Pitt en Malditos bastardos o George Clooney. Están esos actores calificados como galanes, pero los pones en comedias y saben reírse de sí mismos. A veces nos encasillan porque funcionamos en un sitio, pero hay que probar en otros.
Mi actor favorito
De los actores españoles el que más me sorprende, y todavía no sé qué hace, es Javier Bardem. Tiene que ver por cómo es su personalidad, su energía, lo que trasmite.
No cambiaría nada de lo que he hecho
La vida me ha llevado por ahí para aprender y poder estar ahora aquí. Estoy muy contento de donde estoy. Lo del chico que se quitaba la camiseta era parte del juego. De los actores se dicen cosas y, en mi caso, empezaron con esa coña. Yo sabía que había algo más. No es que me aniquilara ese vacile, pero me hizo daño. Yo estaba empezando y solo me llegaba eso, aunque no solo había hecho Tres metros sobre el cielo y pelis donde me desnudaba más, había hecho El camino de los ingleses o Mentiras y gordas…. Ahora me da igual. Son todo etapas.
Entre la música y el cine
Si tuviera que elegir por el resto de la vida entre cine y música me quedo con la música. La escucho todo el tiempo. Creo personajes a partir de la música. La música te transporta a lugares mucho más rápido. La música tiene un poder instantáneo increíble.
Qué clase de director quiero ser
No voy a ser un director técnico, sino más de arremangarme, meterme con los actores, probar cosas, escribir pensando en los personajes y en los actores. Eso camina más hacia lo autoral.


