Los retos de los nuevos canales de información y los creadores de contenido

Los nuevos creadores de contenidos digitales han enriquecido el ecosistema del periodismo, la información y la comunicación, pero ya adolecen de algunos de los problemas por los que se convirtieron en alternativa a los medios tradicionales: desinformación, falta de rigor, mentiras, agitadores de polarización y manipulación con el agravante de su enorme poder de divulgación e influencia. Estas fueron algunas de las conclusiones de la sesión inaugural de la séptima edición del ciclo Hotel Florida, organizado por Ámbito Cultural de El Corte Inglés, y coordinado por Alfonso Armada y Carlos García Santa Cecilia. El debate se realizó el lunes 20 de enero de 2025, en la sala Callao de Madrid, bajo el título Creadores de contenido: la realidad ya no solo la cuentan la prensa y la televisión.
Sobre este nuevo paradigma conversaron Lechero, Rubén González Llanos, youtuber creador de A toda leche y Noticias.ilustradas; Mar Manrique, editora de Fleet Street y periodista de WATIF, y David Jiménez, periodista y ex director de El Mundo, autor del libro El director y que acaba de abrir su canal informativo en YouTube. Como moderadora estuvo Carmela Ríos, periodista y experta en redes y nuevos medios. Ríos empezó por citar un informe de Reuters que señala que el 28% de las personas se informa por las redes sociales, es decir, el doble de los que acuden a las webs de los medios clásicos. Un hábito en expansión en todo el mundo al punto que algunas personas o webs han eclipsado a medios importantes en términos de influencia y de confianza. Incluso, añadió la periodista, “asistimos a un papel inédito de las redes sociales porque asumen una gran portavocía global”.
El siguientes es un panorama de este nuevo escenario que afrontan medios de comunicación y la sociedad:
Errores del periodismo tradicional
Lechero: “No son neutrales, explican mal las informaciones importantes y se necesita tiempo para entenderlas. Yo hago dibujos básicos. Necesitas enterarte rápido, la gente no tiene tiempo. Estamos viendo una serie de Netflix, vemos una noticia, la leemos rápido y seguimos viendo la serie. Es lo que queremos. Fastfood de las noticias. Yo me informo abriendo 48.000 ventanas de los medios de comunicación para luego publicar mi información. Intento ver quién tiene menos sesgo ideológico.
Mar Manrique: “La evasión de los medios tradicionales parte de que no hay personalización y no se están cubriendo las temáticas que interesan, sobre todo a la gente joven, como salud mental, medio ambiente o emprendimiento. El problema es, también, que los medios son estructuras mamotréticas con mucha gente. Es muy complicado tener esa escucha activa con el público”.
David Jiménez: “Lo primero que han hecho mal es no hablar para el ciudadano, teniendo en cuenta los intereses y lo que es relevante para la gente. Hacen periodismo para otros periodistas, políticos y empresarios. Si a eso le añades el sesgo ideológico y la falta de independencia todo ese cóctel hace que la gente se desenganche”.
¿Alternativas fiables?
David Jiménez: “El desencanto con los medios tradicionales hace que surjan alternativas, pero el problema es que muchas de esas alternativas no tienen ni el rigor, ni la verificación y, en muchos casos, la intención de contar la verdad. Hay gente que lo hace bien y otra está contaminando la información. Y triunfan porque muestra algo dramático: hoy es más rentable la mentira que la verdad”.
Lechero: “Hay muchos creadores de contenido que van de periodistas y dicen que van a transformar el periodismo y dar una nueva visión, pero lo que hacen es dar cierta visión y polarizan, aún más, a los espectadores, y ellos compran ese discurso”.
Mar Manrique: “No hay que demonizar los nuevos formatos. Hay que adaptarse a estos canales de información y de consumir noticias, siempre y cuando lo hagan con rigor”.
Censura de las plataformas
Lechero: “Los creadores de contenido estamos a expensas de lo que quieran las plataformas. Tienes que tener muchísimo cuidado con qué términos o palabras usas en algunos temas, porque de lo contrario te banean”.
Mar Manrique: “Hay tanto contenido que lo que pasa en las redes sociales es que entran en un filtro. Lo que está pasando me tiene un poco atemorizada”.
De izquierda a derecha: Carmela Ríos, David Jiménez, Mar Manrique y Lechero.
Polarización
Mar Manrique: “La polarización no solo está en las redes: está en los bares y la televisión. De esta polarización se benefician hasta los políticos”.
David Jiménez: “Es muy peligroso lo que están haciendo los medios, tradicionales y nuevos: trasladar a la ciudadanía la idea de que el que piensa diferente a ti es un enemigo. Y ese enemigo, además, está poniendo en riesgo tu modo de vida, tu seguridad, es el discurso del odio. Me preocupa que ese discurso es muy rentable. Tenemos que encontrar la manera de que la verdad vuelva a ser más rentable que la mentira. Hay que empezar por pedir responsabilidad a los medios. Deberían ser plataformas de debate tolerante, civilizado, no el guerracivilismo ni el enfrentamiento constante”.
Lechero: “Los lectores todo el rato te quieren encasillar. Yo no quiero encasillarme. Me da igual todo, pasó olímpicamente. Y eso no sirve mucho porque la gente quiere ver cosas que alimenten su odio; o ridiculizar al contrario. Yo no voy a los polarizados, sino a la gente que quiere de verdad informarse”.
Injerencia, manipulación y regulación
David Jiménez.: “Soy muy contrario a que los gobiernos regulen el periodismo. Pero creo que hemos llegado a un punto donde hay una impunidad de estos oligarcas de Silicon Valley donde se está utilizando ese poder para manipular la voluntad de la gente, para desinformar y para generar odio”.
¿Qué hacer ante la desinformación?
David Jiménez: “Para detectar la desinformación es clave una educación sobre el espíritu crítico. Formar personas desde pequeñitas que cuestionen las cosas, que identifiquen fuentes, en saber leer, en comprensión. Lo que noto es un descenso en las asignaturas que te pueden hacer comprender y tener un espíritu crítico, como es la filosofía. Se han desechado como inútiles y no lo son”.