Las claves del éxito de Jane Austen 250 años después


El poder de observación sobre la vida familiar, a través de las relaciones sentimentales contadas con un punto de humor e ironía hacen de Jane Austen uno de los clásicos literarios más leídos por las diferentes generaciones, más queridos por sus lectores y más analizados por los estudiosos.
Nacida en Stevenson (Inglaterra) el 16 de noviembre de 1775, hace 250 años, y fallecida en Winchester el 18 de julio de 1817, Jane Austen publicó su primera novela cuando tenía 36 años, en 1811: Sentido y sensibilidad. Le siguieron Orgullo y prejuicio (1813), Mansfield Park (1814) y Emma (1816). Luego tres obras póstumas: La abadía de Northanger (1818), Persuasión (1818) y Lady Susan (1871). Y dejó dos novelas inconclusas: Los Watson y Sanditon. Los primeros libros los publicó bajo seudónimo.
¿En qué reside el éxito de público de Jane Austen? ¿Por qué gustaron o gustan unas novelas que parecen de espaldas a los grandes cambios políticos, militares, sociales y culturales de la época? Parte de su acogida y conexión con los lectores podrían estar en los siguientes conceptos:

Gran fresco de la vida corriente
En una época en transición, las novelas de Jane Austen van a
contracorriente de los grandes temas como las reformas de la Ilustración, las guerras napoleónicas o los intereses de Inglaterra con sus colonias, para centrarse en describir cómo transcurre la vida de la gente corriente, sobre todo en las zonas rurales, porque el mundo puede estar viviendo grandes transformaciones, pero las búsquedas, dudas y enredos sentimentales siguen siendo el corazón de cada persona. Además, a través de esas historias pequeñas y apartadas del centro mundial, se muestra el impacto de los conflictos y los cambios, y con ellos en la condición humana desde un elemento esencial: los sentimientos. La escritora inglesa quita la máscara de la sociedad y muestra a sus miembros tal cual son. Expone sus sueños, pensamientos y acciones en busca de sus futuros sentimentales y, claro, la disonancia entre ellos son reconocibles por todas las personas.
Retratos de mujeres
Si bien la escritora inglesa habla de matrimonios de conveniencia y de otras categorías y una cierta mirada romántica, su narrativa mapea las
aspiraciones y luchas de las mujeres en un mundo patriarcal, donde la mayoría siguen siendo objetos al servicio de la tradición, pero sus heroínas buscan la igualdad, la independencia y la autonomía. Mujeres donde la razón juega un papel crucial.
El amor como espejo del mundo
El sentimiento amoroso es la línea central de las novelas, el matrimonio o la búsqueda del amado como gran cohesionador de la sociedad. Pero esta aspiración sirve a Austen para desplegar a su alrededor las incertidumbres, juegos, dudas y demás armas de mujeres y hombres en torno a la consecución del amor que refleja al individuo, la sociedad, la época. Porque sus heroínas aspiran a la libertad.
Humor, ironía, sátira e irreverencia apadrinados por el amor
Los enredos amorosos de las tramas de Austen son tan detallados y reales como los de la vida misma. Y aquí, otra vez, el lector se reconoce en ellos. Sueños, ilusiones, obligaciones, encuentros, desencuentros, malentendidos, silencios, secretos, máscaras, estrategias, desvelos, elucubraciones mentales y compartidas y demás juegos que son un drama para los interesados, pero que vistos desde fuera, pueden generar situaciones divertidas, como en la
vida real. El milagro de Austen es que, al escenificar todas estas relaciones, o intentos de relaciones, puebla el relato de ironía, sátira e irreverencia.
La familia como núcleo
Las novelas de Jane Austen tienen como principal escenario la familia, las familias. Ese ecosistema como puerto de salida y llegada de todas las historias y condicionantes del futuro de sus miembros. Son familias en un mundo en transición, que empiezan a tener las primeras erosiones de un sistema milenario que ha sostenido al mundo. Y el mundo de Austen, básicamente rural, empieza a notar las alteraciones de la era industrial que asoma, es decir, de la modernidad.
Las claves de Harold Bloom, en El canon occidental
“Las principales heroínas de Austen -Elizabeth, Emma, Fanny y Anne-
poseen tal libertad interior que sus individualidades no pueden reprimirse. El arte de Jane Austen como novelista no consiste en preocuparse por la génesis socioeconómica de su libertad interior, aunque el nivel de ansiedad aumenta en Mansfield Park y Persuasión. En Austen, la ironía se convierte en instrumento de la invención, que el doctor Johnson definía como la esencia de la poesía. Una concepción de la libertad interior que se centra en el rechazo de cualquier afecto que no proceda de aquel a quien se le ha concedido esa estima. La suprema escena cómica de toda obra de Austen debe de ser el rechazo de la primera propuesta de matrimonio de Darcy (Orgullo y prejuicio), donde las ironías de la dialéctica de la voluntad y el afecto se vuelven casi ofensivas”.