Julia Viejo: “Cuando eres mujer llevas de manera intrínseca el ser víctima de diferentes agresiones”
El mundo entre lo real y lo extraordinario con el que Julia Viejo sorprendió, en 2022, con sus cuentos recogidos En la celda había una luciérnaga, se ha expandido y enriquecido en su debut novelístico Mala estrella (Blackie Books). Con esta novela va más allá, nos conduce al universo oscuro y ambiguo de Vera, una preadolescente de trece años, con una familia desestructurada, sin referentes femeninos y rodeada de hombres. Vera está inmersa en una historia que, dice la escritora, refleja “el sistema capitalista y patriarcal que no tiene la culpa de todo, pero sí de mucho. Su familia representa un sistema entero”.
Julia Viejo (Madrid, 1991) ha hecho teatro, traducción y un curso de edición, como si intentara esconderse detrás de los textos de otros antes de abordar esta novela.
Lo reconoció como invitada del Club de Lectura de Ámbito Cultural, de El Corte Inglés, en el mes de abril de 2024. Durante una hora conversó con el escritor Rafael Caunedo, coordinador del Club, y respondió a las preguntas de los lectores. Incluso desveló que escribe con el sonido de grillos bajado de internet. De ese encuentro surge este Diccionario Julia Viejo:
Literatura
La literatura sirve para hacer justicia cuando en la vida no la hay. No me gusta la victimización, pero para contar una historia hay que transitar por lugares oscuros.
Escribir
Tu manera de escribir es un poco tu manera de ser. Me di cuenta de que estaba proyectando mi propia forma de ser en el sentido de huir del conflicto. Tiendo a ser muy positiva y, si algo no me gusta, me alejo.
Realidad
No busco representar la realidad, busco símbolos que conduzcan a otras cosas. Construir un imaginario visual interesante y libre, sobre todo. Busco crear universos sin normas o con mis propias normas, con personajes y situaciones que rozan lo real, pero que sabes que son extraordinarias y que hay cabida para todo. Eso me da libertad a la hora de escribir.
Escritoras
Siempre he sido lectora de las mujeres raras de la literatura española, como Ana María Matute, Carmen Laforet, Carmen Martín Gaite, Elena Fortún.
Génesis de Mala estrella
El germen de la novela es un relato de hace unos diez años con el que gané un premio. El primer borrador tenía cien páginas, era como un cuento. Esta historia la he tenido dentro, he sido yo sin ser autobiográfica. Hay una voz tensa intentando hacer lo correcto, hacer lo que se espera de ella, pero luego incapaz de sostenerlo con salidas de tono.
Territorio ambiguo
Para mí es más interesante explorar ese territorio ambiguo y no solo el ingenuo de la niña. Tiendo a buscar la incomodidad dentro del mundo fantasioso. Me pongo a prueba para explorar regiones extrañas.
Personajes
No suelo fijarme en personas reales para crear personajes infantiles, para los adultos, sí. Miro mucho hacia dentro de mí y en la ficción. Este personaje de Vera se construye al mismo tiempo que el universo de la novela. Se puede entender que es España, entre los años 90 y primeros dos mil, pero no hay referencias geográficas, eso ayuda a un universo propio donde meto imágenes que me interesan, medio insólitas.
Primera persona
Es como una fábula de verano, empieza el primer día del verano, en su cumpleaños, y acaba el último. Ella se marcha, no sabemos a dónde. Lo que tengo claro es que va a mejor. Necesito ese rayo de esperanza en todo lo que hago.
Novela
La primera novela nace de un impulso muy visceral. Utilizo una memoria que no es autobiográfica, sino sensorial. No recuerdo cosas concretas, pero sí lo que sentía. Diferentes sensaciones, la vergüenza, el miedo, la incertidumbre, la confusión. Sé que no soy la única.
Infancia
En la infancia pasan cosas oscuras. Pasan en dosis micro, y eso, acumulado, cala. Las mujeres lo hemos naturalizado tanto que vas por el mundo tensa y con la mirada sucia de los de fuera. A esa edad de los trece años hay un conflicto raro con la sexualidad, porque te tratan como una niña, pero a escondidas te tocan el culo, te miran raro.
Mujer
Cuando eres mujer llevas de manera intrínseca el ser víctima, te guste o no. En mayor o menor medida. Aunque no todas las mujeres sufren agresiones graves, pero si microagresiones desde la infancia. Esto no podía olvidarlo, porque he vivido y he escuchado a mis amigas y familiares, y está impregnado en la libertad.
Hombres
Hay muchos hombres que van por el mundo y toman el cuerpo de las mujeres como su territorio donde caminar tan tranquilos.
Búsqueda
Una puede tener una soledad buscada riquísima, llena de personajes ficticios, pero todos, sin querer, ansiamos cosas, aunque luego la gente con vidas normativas también ansía. Conclusión: nunca estamos contentos.