Ignacio Elguero: “Es importante que un poema lo entienda el corazón, no hace falta que sea de manera formal”


“No he concebido mi vida sin la poesía, sin ella no la puede entender”. Es la confesión de Ignacio Elguero (Madrid, 1964), uno de los periodistas y poetas españoles que más ha hecho por la difusión de la poesía y la cultura, desde diferentes medios. En las últimas décadas, desde Radio Nacional de España, donde es su coordinador. Tras doce años de silencio publica el poemario Humano (Hiperión), que cierra una trilogía que abrió con Materia y continuó con Siempre. Elguero fue el invitado al ciclo #LdeLírica de Ámbito Cultural, de El Corte Inglés, en la sala Callao de Madrid, bajo la coordinación de Gonzalo Escarpa.
Ignacio Elguero, cofundador, junto a Javier Lostalé, de programas radiales como La estación azul, que ha cumplido 25 años, publicó en 2002 una antología con jóvenes poetas que siguen en activo. De esto, de sus orígenes literarios, de la inspiración y de los cambios que ve en España habló con sus lectores:
Primeros poemas
Mi padre me leía poemas. En casa había una gran biblioteca y estaba el libro Las mil mejores poesías de la lengua castellana. Lo leí en la adolescencia y me quedó un gusto por el endecasílabo.
De filología a derecho a comunicación a la poesía
Cuando estaba en COU mis dos hermanos estudiaban la carrera de Filología clásica y le dije a mi padre que quería estudiar filología. Me contestó: “¡Que un hijo coma!”. Pensé que tenía razón y empecé a estudiar Derecho, como él. Y, como era normal, a los dos años abandoné la carrera y me fui a lo que quería. Tengo grabado el día cuando pasaba por el Parque de las Avenidas, de Madrid, que yo bajaba con mi guitarra y mi padre subía. Me preguntó: ¿Pero, mañana no tienes un examen de Derecho Político? Y yo le contesté: Tenía. Se llevó un disgusto gordo. Pero luego no me fue mal.
Influencias
Me hice periodista por Tintín y Lou Grant. Soy tintinófilo y la serie Lou Grant tenía ese protagonista que le sucedían tantas cosas que quería que también me pasaran a mí. Empecé trabajando con Iñaki Gabilondo.
La estación azul
Fue una maravilla crear aquello. Yo estaba de subdirector con Nieves Herrero y Javier Lostalé en Radio Exterior. Me lo encontré un día en los pasillos y le dije que quería hacer un programa de poesía, y me contestó “Yo también”. Nos juntamos. El nombre, que es estupendo, lo puso Javier, no fue fácil. Este año cumple 25, y a lo largo de este tiempo ha peligrado varias veces. Curioso, ¿cómo puede molestar la literatura y la poesía? Nació en Radio 3, como programa de poesía. Luego pasó a Radio 1 y lo ampliamos, pero la base es la poesía. Luego Javier se jubiló, y cuando me nombraron en la alta dirección pasé el testigo: primero a Cristina Hermoso de Mendoza y luego a Carolina Alba, que lo sigue llevando.
Enamorado de mi generación
España ha cambiado mucho desde que éramos unos niños. He publicado varios libros sobre la generación Baby Boom. Reconozco que soy un enamorado de mi generación. Es la primera de la democracia. Podíamos haber sido una generación sándwich, por estar entre aquellos que lucharon por la democracia y los que nos siguieron. Pero creo que sobre las espaldas de la generación Baby Boom este país es lo que es. Son los jóvenes de los años ochenta y noventa los que tiran de la democracia como legión. El país ha cambiado. La mayoría son cosas para bien, aunque, al ver hoy una presencia muy fuerte de las nuevas tecnologías, echo de menos algunas cosas con nostalgia, por ejemplo, cómo vivimos nuestra infancia. Pero, gracias a Dios, la sociedad está dando marcha atrás.
Inspiración
La inspiración es, simplemente, un relámpago y seguir la luz, porque dura muy pocos segundos, milésimas.
Poema
Es importante que un poema lo entienda el corazón, no hace falta que se entienda de una manera formal.
Humano, después de doce años
Dejé de publicar cuando me nombraron director, pero no he dejado de escribir. Doce años que son los que tiene mi hija mayor. He creado programas de radio y televisión, la creatividad la llevas hacia otro sitio. Escribo poesía lento. Le llevé los poemas a Jesús Munárriz, con material para dos libros, pero eso suponía esperar más tiempo. Decidí coger los poemas acabados, 33, y el resto los sigo trabajando.
Fe
He tratado de abordar los temas que, dentro de la condición humana, al hombre no le son ajenos. El paso del tiempo, la biología de las emociones, las relaciones paternofiliales, el amor, la ausencia… y había un tema que no había tratado nunca: la fe. Al fin y al cabo, yo fui a un colegio de curas y, aunque luego ya no sigues navegando en la religión en que te han educado, bien es cierto que las religiones han influido en el mundo. Me hice una serie de preguntas, independientemente de que sea o no creyente.


