Diez razones para conocer a Franz Kafka

Conmemoramos el centenario de la muerte del autor de clásicos como La metamorfosis con aspectos sobre su vida literaria, personal e intelectual. Además, una guía de ediciones recientes, desde sus cuentos hasta sus dibujos
Detalle de la portada del libro La metamorfosis Franz Kafka. Traducción: Isabel Hernández. Ilustración: Antonio Santos (Nórdica Libros).
WINSTON MANRIQUE SABOGAL  11/06/2024

Aunque pidió que lo olvidarán y que quemaran su obra, Franz Kafka (Praga, República Checa, 3 de julio de 1883 – Kierling, Austria, 2 de junio de 1924) tiene más vigencia que nunca. No solo es uno de los mejores escritores del siglo XX, sino también de los más influyentes porque supo ver el alma y la crisis existencial del individuo y algunos de los males que aquejan a la sociedad de entonces, pero también de ahora.

Su obra, donde conviven lo real, lo fantástico, lo existencialista y lo crítico, tiene títulos como La metamorfosis, El desaparecido, El proceso, El castillo y América

Estudio Derecho por imposición del padre, con quien tuvo una relación difícil, y trabajó en una compañía de seguros, en la oficina jurídica de indemnizaciones por accidente. Un mundo gris que le dio material suficiente para trasladar su mirada a ficciones desconcertantes.

En el año del centenario de su muerte elegimos diez motivos por los cuales hay que conocer a Franz Kafka:

 

  1. Por haber inspirado el término kafkiano

La originalidad y singularidad de su obra lo convierten en uno de los pocos autores que ha dado nombre a una situación desconcertante, absurda y angustiosa. Verse envueltos en episodios burocráticos que no tienen ni pies ni cabeza y desafían el sentido común y la lógica. Incluso la Real Academia Española acepta la expresión:

1. adj. Perteneciente o relativo a Franz Kafka, escritor checo, o a su obra. Las novelas kafkianas.

2. adj. Que tiene rasgos característicos de la obra de Kafka. Una visión del mundo muy kafkiana.

3. adj. Dicho de una situación: Absurda, angustiosa.

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2- Por haber escrito La metamorfosis

Conocida ahora como La transformación, esta novela corta es una de las obras cumbre del siglo XX y retrato del ser humano contemporáneo. La publicó en 1915 y posee uno de los mejores comienzos de la literatura:

“Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.

¿Qué me ha ocurrido?, pensó”.

 

 

  1. Por haber influido en muchos autores

La hondura y el estilo de Franz Kafka es tan potente que influyó en muchos escritores de la época y de generaciones posteriores. Desde Albert Camus hasta Gabriel García Márquez.

 

 

4- Por las múltiples interpretaciones de sus obras

Una de las características del autor checo tiene que ver con los diferentes niveles de lectura e interpretaciones que ofrecen sus libros. Por ejemplo, Juan José Millás, escribió sobre La metamorfosis:

“No importa cuántas veces penetre uno en este libro; al final siempre se pregunta lo mismo: ¿Cómo lo ha hecho? Y es que se trata de una novela sin forro. Quiero decir con ello que le das la vuelta y es exactamente igual por un lado que por otro: ni siquiera es fácil advertir, una vez colocada del revés, esa fina cicatriz que en los calcetines delata si se encuentran de uno u otro lado. No hay forma de verle las costuras. […] La simpleza aparente del relato es tal que si uno va levantando capas de materiales narrativos en busca del motor primordial, cuando levanta el último velo no hay nada detrás. Nada. En eso, curiosamente, La metamorfosis nos recuerda a la vida”.

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5- Por elogiar la holgazanería

En una de sus múltiples cartas, Franz Kafka escribió a Hedwig Weiler en 1907:

“No me quejo tanto del trabajo como de la pereza del pantanoso tiempo. Resulta que el horario del despacho no puede dividirse, y hasta en la última media hora la presión de las ocho horas se percibe igual que en la primera. Muchas veces es como viajar día y noche en tren, cuando uno, al final, ya alarmado, deja de pensar en la labor de la máquina o del maquinista, en el paisaje llano o accidentado, y atribuye todo el efecto única y exclusivamente al reloj, que no suelta en ningún momento, teniéndolo siempre en la palma de la mano.

Estoy aprendiendo italiano, pues es probable que vaya a parar inicialmente a Trieste.

En los primeros días debo de haber tenido, para quien sea sensible a tales cosas, un aspecto muy conmovedor. Y así era, en efecto, pues me sentía degradado; la gente que no haya holgazaneado hasta los veinticinco años, como mínimo, es muy digna de compasión, porque estoy convencido de que uno no se lleva a la tumba el dinero ganado, mas sí el tiempo que ha pasado holgazaneando”.

 

6- Por el legado de su correspondencia

Fueron muchas las cartas que escribió a toda clase de personas, desde su padre hasta sus amigos, novias y editor. Textos que son literatura, escritos donde deja rastro de su vida y de sus pensamientos, angustias y deseos.

 

 

 

7- Porque la realidad insiste en ser kafkiana

“Hoy la vigencia de Kafka sigue propiciando fenómenos inversos. No es tanto que su obra explique el tiempo que nos ha tocado resistir, sino que la realidad misma insiste en volverse cada vez más kafkiana, en una mímesis oscura como una cucaracha. Plagiando sus lógicas, el mundo abusa de Kafka”, escribe Andrés Neuman en el prólogo de Cuentos completos (Páginas de Espuma).

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8- Por sus dibujos

Desde sus días universitarios, Kafka se interesó en el arte. Los “garabatos”, como llamaba a sus dibujos, “descubren la mirada de quien sabe construir, con talento inédito, un universo personal. Figuras humanas y paisajes que, con dedicación y marcado aire expresionista, Kafka trazaba a lápiz o a tinta negra en varios soportes: cuadernos, papeles sueltos, sobres, octavillas…”, recuerda la editorial Libros del Zorro Rojo.

 

 

9- Por ser puntual en el trabajo e impuntual en las citas

Era una persona en la orilla de las contradicciones.

 

 

10. Por el legado de su obra

La siguiente es una antología de obras de Franz Kafka en las mesas de novedades. Para releer o empezar con cualquiera de ellas:

 

Cartas a Kurt Wolff

Franz Kafka. Traducción de Roberto Vivero (Ápeiron).

 

Cuentos completos

Franz Kafka. Traducción de Alberto Gordo. Prólogo de Andrés Neuman (Páginas de Espuma).

 

Cuentos de animales

Franz Kafka. Traducción de José Rafael Hernández Arias y Luis Fernando Moreno Claros. Posfacio de Reiner Stach (Arpa Editores).

 

El desaparecido - El proceso - El castillo

Franz Kafka. Traducción de Miguel Sáenz (Alianza).

 

El proceso

Franz Kafka. Traducción, notas y postfacio de Luis Fernando Moreno Claros (Arpa Editores).

 

La metamorfosis

Franz Kafka. Traducción: Isabel Hernández. Ilustración: Antonio Santos (Nórdica Libros).

 

Los hijos

Franz Kafka. Traducción de Juan José del Solar (Nocturna).

 

Relatos cronológicos

Franz Kafka. Traducción de Carmen Gauger y Adan Kovacsics. Ilustración de El Rubencio (Alianza).

 

Tú eres la tarea. Aforismos

Franz Kafka. Traducción de Luis Fernando Moreno Claros. Edición, prólogo y comentarios de Reiner Stach (Acantilado).

 

Un artista del hambre

Franz Kafka. Ilustraciones de Federico Delicado. Traducción de Isabel Hernández (Nórdica Libros).