Los Torreznos: “Opinar es nuestra patria, nuestra patria es una opinión”

¿Qué puede salir de la complicidad artística entre un asturiano y un valenciano?

Los Torreznos es un dúo formado por Jaime Vallaure (Asturias, 1965) y Rafael Lamata (Valencia, 1959), que explora la realidad más actual desde las artes, a través del performance del pensamiento en acción, con la crítica y el humor como grandes aliados. Lo demostraron en la sala Callao de Ámbito Cultural, de El Corte Inglés de Madrid, como invitados para cerrar el año 2022 en el ciclo LdeLírica.

“Opinar es nuestra patria, nuestra patria es una opinión”. Así se autorretrataron Los Torreznos cuando Gonzalo Escarpa, poeta y coordinador del ciclo, les preguntó qué opinaban de opinar. La respuesta, como toda la hora previa, fue dentro del hábitat que ellos crearon cuando, a partir de palabras escritas en pequeños papeles que sacaban de varios sobres, crearon su actuación.

Una demostración de la palabra como fuente de creación y metamorfosis continua. Una palabra sacada al azar que convirtieron en una frase que recogía o se acoplaba a la realidad, una frase que metamorfoseaba en opinión, una opinión que transformaban en relato, un relato que buscaba continuar su vida en quienes lo escuchaban.

Y así una hora larga de Jaime Vallaure y Rafael Lamata, como evangelizadores del poder del lenguaje y la palabra, y motivadores del pensamiento, de las ideas, de la mirada crítica. Y como mensajeros de la posibilidad de convertir el azar en algo controlable. De cómo un hecho fortuito, en este caso una palabra sacada de un sobre, se puede llevar por el camino que se quiera.

Los Torreznos empezaron en el año 2000. Aunque ya antes cada uno de los dos expresaba su arte de modo individual, y, algunas veces, de manera conjunta hacían intervenciones artísticas. En el año 2007, participaron en la 52ª Bienal de Venecia dentro del proyecto Paradiso spezzato, en el pabellón español.

En ellos el arte es surrealismo, teatro absurdo, ironía, inteligencia y humor. Como señala una de sus descripciones: “son un dúo de exploración conceptual en el terreno social, político y de las costumbres arraigadas”. Parten de lo sencillo, corriente y cotidiano para desbaratar la solemnidad y convertir lo estático en acción del pensamiento.

Uno de esos momentos fue cuando Jaime Vallaure metió la mano en un sobre y le salió la palabra Solemnidad, y, del otro, la palabra Humor. Luego Rafael Lamata cogió otro sobre y le salió la palabra Metamorfosis. Entonces le lanzó la pregunta a Vallaure:

¿Tú cómo leerías la metamorfosis?

“Pasa de uno a otro. Es decir que la metamorfosis permite que empiece uno y siga otro”.

Vallaure buscó otra palabra en un sobre para completar el juego. La palabra es Espíritu. Lamata, le preguntó:

¿Cómo lees esa relación entre la solemnidad y el humor con esa palabra?

“Lo primero es que hay que tener un espíritu abierto. Si uno tiene un espíritu abierto eso quiere decir que está tendente a la metamorfosis. Porque tú eres por la mañana una persona y, por la noche, acabas siendo un gusano, por ejemplo. Ese espíritu es el que realmente ayuda a entender la solemnidad y el humor. El humor llega en el sueño.

¿Ah, sí? ¿Y En el resto del día? ¿Solo hay humor en el sueño?

“En el resto del día solemnidad, solamente, sí. Y en el sueño como gusano tú te ríes de la solemnidad del día”.

Y así una hora, Los Torreznos, sentados en dos sillones, sacando palabras de las que improvisar relatos-opiniones. Después llegó el cuestionario de Gonzalo Escarpa, un “pianóctel” en homenaje a Boris Vian, que requiere brevedad y rapidez:

¿Existe alguna palabra que no tenga significado?

“El salero”, respondió Jaime Vallaure, mientras mostraba la palabra que acaba de sacar de un sobre.

¿Por qué la gente, en general, le da tanta importancia a la edad?

“Porque no tiene otra cosa”, improvisó Rafael Lamata.

¿De pequeños queríais ser Los Torreznos?

“Claramente sí”, dijo Jaime Vallaure después de la lectura de algunos papelitos. 

¿Cuál es la palabra favorita?

“Cuero”, afirmó, entre risas, Rafael Lamata, al tiempo que enseñó el papelito que acababa de sacar del sobre.

¿Os preocupa el fin del mundo?

“Sí, porque es un yo-yo. Sube y baja, sube y baja; aparece y no desaparece, aparece y no desaparece”, explicó Jaime Vallaure con el papelito recién sacado del sobre.

¿Qué opináis de opinar?

“Opinar es nuestra patria, nuestra patria es una opinión”, aseguró orgulloso Rafael Lamata, ante la palabra que le acababa de dar el azar en el sobre; mientras Vallaure asentía con la cabeza y dijo “¡qué bueno!”.

¿Esto de vivir está bien, o no tanto?

“Está muy bien”, afirmó Rafael Lamata, sin ayuda de ninguna palabra del sobre.

¿Cómo convenceríais a alguien que odia la poesía de que está equivocado?

“Con la música”, leyó Lamata; y “con un buen gobierno”, añadió Vallaure, cada uno con los papelitos regalados por el azar.

¿Os arrepentís muchísimo, como grupo, de algo?

“De estar poco en el pueblo” y “de demostrar muchas cosas”, leyeron Lamata y Vallaure.

¿Echáis algo, muchísimo, de menos?

“La risa en cada página”, confesó Vallaure con el papelito en la mano.

¿Os sorprende ser Los Torreznos?

“Los torreznos es una crisálida metódica”, dijo Lamata leyendo su papel y el de Vallaure.

¿Qué podemos hacer por el mundo y por los demás?

“¡Guau!”, exclamaron los dos, mientras enseñaban, cada uno, sus papelitos que leyó Gonzalo Escarpa: “Conocimiento y realidad”.

¿Qué opináis de los ciclos de poesía y los recitales?

“Bien, bien”, leyó Lamata. “Colmenas, que tiene abejas, aquí se produce la miel, y la miel es poesía”, concluyeron Los Torreznos.